martes , 7 mayo 2024
Home Colaboradores El postdivorcio y nuevas parejas
Colaboradores

El postdivorcio y nuevas parejas

Tras el divorcio, suele pasar que hay más tiempo libre y momentos que se comparten con los hijos.
Es notorio que cuando alguno de los dos sigue enganchado en la vieja historia, le costará muchísimo aceptar que el ex o la ex, vuelva a construir una nueva pareja, que el otro es capaz de enamorarse

Pueden empezar los celos a distancia, manifestado a través de los hijos, el control, la frustración de ser reemplazado. Que los hijos de ambos tengan en esa nueva relación un padrastro, una madrastra, entonces es como si se necesitara advertir al otro y dejarle claro que el vínculo finalizó, que existe un nuevo mundo.

Se impide que puedan reencontrarse en un mundo de amor, de cosas comunes, cuando no queda claro, suelen quedar gestos o actitudes en las parejas, ciertos rasgos confusos de acercamiento y alejamiento que producen alteraciones en los nuevos vínculos, porque no se termina y no se define la situación antigua, y se está ya comenzando una nueva. 

OCIO Y TRABAJO

En este momento del divorcio, aparece mucho el tiempo libre, con relación a la amplitud de la vida cotidiana. suele producirse en alguno de los miembros, fundamentalmente, en el varón; pero igualmente, estos espacios de ocio se dan en la mujer cuando los hijos se van con el padre, salen de vacaciones, generando una sensación de espacio vacío que no se sabe cómo llenar.  

Aquí los hijos han venido cubriendo una situación en la que alguno de los adultos se apoyaba en su progenie, se sentían muy acompañados mientras éstos no estaban en la casa, o mientras están conviviendo, pero ahora en el momento que están solos no saben qué hacer, de qué ocuparse. Se debe utilizar este ocio creativamente.  

Algunos padres ocupan todo el tiempo, se vuelven disponibles las 24 horas, todo es fiesta, no existen las obligaciones con ellos; como si no hubieran tenido una mamá o un papá y ahora lo tienen a disponibilidad permanentemente.  

A la inversa, todo se transforma en trabajo, estar con los hijos significa una ocupación no entendida. Los mismos son dejados (depositados) en la casa de la abuela, con tías o tíos, con empleadas domésticas. Los días que está con los chicos, no puede desenchufarse de la tarea cotidiana, y siguen trabajando sábado, domingo, días de fiesta, mostrándoles a los hijos un modelo, o quizás dándoles sentir que se trabaja por ellos o que todo lo que uno está haciendo es para ellos, que todo es una dedicación full time para que tengan dinero, comprarles juguetes, salir de vacaciones. Es decir, no se puede ceder nada del área de lo laboral para compartirlo con los hijos. 

Justamente padres maduros y responsables, deberán encontrar un equilibrio entre este tiempo de ocio y el de trabajo, para que los niños y los jóvenes puedan sentir que se sigue descubriendo en la vida y que no se para el mundo porque ellos están en la casa. Son importantes los momentos que están juntos, que los mayores están prestándoles atención a pesar de sus situaciones laborales.

NUEVOS HALLAZGOS

Siempre decimos que el tiempo tiene sus razones, que en la medida en que transcurre, puede que cicatricen las heridas, un apaciguamiento del dolor y del odio, necesito experimentar estos nuevos hallazgos, necesito probar, y no necesariamente prenderme de la primera persona que pase.  

Poder usufructuar esta nueva libertad, desarrollando una experiencia, que pueda servir para encontrar el límite o el intercambio para mis necesidades.

El aprendizaje va a llevar al cambio; donde aparece la confianza y la posibilidad de entrega nuevamente, dejando de lado aquello de “la vida me engañó”, empezando a poner una actitud humilde también de aprender junto con el otro. De otra manera se parece al tango: ” … yo que anduve en mil amores, qué me van a hablar de amor…”; tanto parecer al divorciado o a la divorciada tienen ya toda la experiencia necesaria, y entonces se sienten superiores a los otros, a las mujeres, a los hombres solteros, como que estén de vuelta para probar una nueva relación.

A veces es necesario tirarse a la pileta, para saber cómo está el agua, cuán profundo es, qué sabor tiene, qué temperatura tiene, porque es imposible nadar en la pileta vacía.

Las monedas tienen dos caras, representando a la vida, con las dos posibilidades, a cara o cruz, darse permiso para empezar una nueva vida, una nueva historia, a pesar de los miedos, las intranquilidades y las inseguridades.

Es cierto que donde fuego hubo, cenizas quedan, y por eso hablamos de la claridad que es necesario tener para reconocer que las cenizas están, hicimos algo, construimos una fogata, pero, ahora estamos marchando para adelante, construyendo nuevos fuegos y nuevos espacios.

EL TIEMPO

El tiempo es todo mío, el tiempo me domina o el tiempo es algo que yo manejo con relación al ocio y al trabajo.

Estos nuevos hallazgos, esta nueva libertad y estas nuevas pruebas también nos está implicando dar nuevas explicaciones a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestros amigos, de que es lo que nos está pasando, qué es lo que estamos sintiendo, quién es esta nueva persona, y cómo vamos procesando, cómo se pueden producir o relacionar los acercamientos. 

Al comienzo como amigo, después como novio, después como pareja, la inclusión en el mundo cotidiano de los hijos, si va a estar lejano, si va a estar cercano, si va a compartir cosas cotidianas, si va a querer cumplir o va a querer ocupar alguno de los roles ausentes, ya sea el de mama o de papá, como los hijos van a poder ir viendo y manejando este rol ausente y si ser necesario o no que esta persona lo juzgue o no lo juzgue. Pero exige un esfuerzo más grande de parte del miembro de la pareja porque aquí se complica, ya no es sólo una persona adulta y otra, sino que van a estar otros miembros de la familia, y es muy difícil que estos miembros queden afuera.

CONTAR LO QUE ESTÁ PASANDO

Debemos darnos tiempo para que esta inclusión del nuevo compañero o compañera, es necesario poder aclararle a los hijos, contarles, confiar en ellos, por supuesto que, en la medida de la de las posibilidades de la edad, qué es lo que nos está pasando, como se está constituyendo la nueva relación, el tipo de vínculo que estamos estableciendo, la profundidad de ello. Es decir, que debemos comentar qué pasa a los niños y a los jóvenes. Esto no quiere decir pedirles permiso, sino compartir alguna de nuestras actividades si lo creemos necesario. 

Otras veces no contarles porque esa relación es circunstancial, de conocimiento, no afirmada, entonces el hacerle crear una fantasía o vinculaciones que no existen también puede dañarlos, porque los chicos empiezan a sentir, a mirar, a escuchar a esa persona de una manera diferente, 

Muchísimas veces la necesidad de estar con alguien nos lleva a cometer errores, a querer incluir al otro rápidamente en nuestra vida familiar, hacerlos partícipes de situaciones afectivas como  cumpleaños, fiestas escolares, forzando una situación que evidentemente se tiene que dar con el transcurso del tiempo, pero es importante que lo podamos compartir con nuestros hijos porque ellos pueden sentir que es posible volver a enamorarse, que sus padres son jóvenes, que los hijos no cubren todas las necesidades, que los adultos necesitan estar con adultos, hacer otras cosas, compartir y que a ellos se los tiene en cuenta. Todo esto, teniendo en claro que los niños no son el centro de la vida, sino que son una parte más. 

Se debe sacar a los hijos del lugar en el que puedan sentir que ellos reemplazan al padre o a la madre ausente. Los padres pueden volver a enamorarse, tienen la capacidad para amar que no se va nunca, tenga la edad que tenga el ser humano.  

Francisco Rodriguez (Psicólogo)

Especial para EL DIARIO

Related Articles

Pronunciamiento de Urquiza: cuando Entre Ríos dijo basta

Un acto de valentía e inteligencia política que marcó el principio del...

Avenida Almafuerte, un eje para el crecimiento urbano

De humilde “picada”, abierta a través del monte hacia el este de...

El primer esbozo histórico de Entre Ríos

El 4 de mayo de 1805 un grupo de vecinos de la entonces...

Del cine, la banalidad y la maldad

Ganadora en el Festival de Cannes y candidata al Oscar, Zona de...