lunes , 29 abril 2024
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Para no discriminar

Rescate de la Colección El Diario, que se encuentra disponible para la consulta en el Archivo General de Entre Ríos, Alameda de la Federación 222.

Somos la tierra de las palomitas blancas. Aquí, en la Argentina, se impuso el guardapolvo blanco que puede verse también en otros países de Sudamérica. ¿Tuvo algo que ver Domingo F. Sarmiento? descartémoslo: cuando él murió, en 1888, todavía no habían aparecido.
Concurren varios factores. Pablo Pizzurno, en un escrito datado entre 1904 y 1909, manifestó su contrariedad por los vestidos lujosos que llevaban algunas alumnas. Julia Caballero Ortega, maestra de manualidades que dictaba clases en Avellaneda, en 1905 sugirió a sus alumnas el delantal blanco, Antonio Banchero, maestro de sexto grado de la Escuela Presidente Roca (en la zona de Tribunales), en 1906 propuso el delantal blanco a sus alumnos y los docentes, pero fue Pedro Avelino Torres, el promotor de la idea en los primeros tres años del siglo.


Fuera de este tiempo, ubicamos a Matilde Filgueira de Díaz quien tal vez se vio influenciada por Pizzurno, Banchero, Torres o la maestra de manualidades Caballero Ortega.
Una reconstrucción de su historia nos dice que, en 1915, en la escuela porteña Cornelia Pizarro de la calle Peña 2670 (barrio de la Recoleta), la maestra Matilde Filgueira de Díaz reunió a los padres para explicarles que la ropa de las estudiantes ponía muy de manifiesto la condición social y generaba divisiones.
Empeñada en llevar adelante su idea, la maestra acudió a la calle Florida y compró varios metros de género blanco que pagó de su bolsillo. Los cortó y distribuyó entre el alumnado. A las madres les explicó cómo debía ser el modelo de guardapolvo. Hubo padres que no estaban de acuerdo y protestaron. La denuncia llegó al Ministerio de Educación, desde donde se resolvió enviar un funcionario del Consejo Escolar. El inspector recorrió las aulas, espió los recreos y entendió que la idea valía la pena. Comenzó una cruzada a favor del guardapolvo en la que había que lidiar con padres rebeldes sin causa y otros que no entendían por qué la escuela gratuita los obligaba a hacer un gasto en sus magros presupuestos.
Es blanco para copiar a los médicos y sus auxiliares, por su estrecha vinculación con la higiene. Las escuelas siempre han sido un espacio multiplicador de enfermedades y la suciedad es un enemigo a vencer. En aquellos años se prestaba muchísima atención al tema.
El ritual de ir a la escuela con el tradicional guardapolvo blanco, en un día de lluvia, viento y frío, fue captado por una fotografía publicada en EL DIARIO en abril de 1971.

Fuente: Colección El Diario, que se encuentra disponible para la consulta en el Archivo General de Entre Ríos, Alameda de la Federación 222.

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