domingo , 28 abril 2024
Home Colaboradores Martí, entrerriano por el canto
ColaboradoresCultura

Martí, entrerriano por el canto

El poeta y periodista -camisa azul en la imagen, junto a Roberto Román, su hijo Polo Martí y su nieta Julia -ambos en el centro- y Aníbal Sampayo (a la derecha) en Colón, en 1993.

Periodista de alma, su decir firme y pausado hizo que resultara difícil que pasara inadvertido allí donde estuviese. La costa del Uruguay lo atrapó entre espinillos y ceibales. Pueblo Liebig, Colón, Paysandú, Concepción del Uruguay, vieron crecer su pluma de poeta y cronista.

Rubén Bourlot

Especial para EL DIARIO

Jorge Enrique Martí, poeta y periodista, editor, nació en Rosario, Santa Fe, el 11 de septiembre de 1926, un día del maestro que los entrerrianos debieran conmemorar en su homenaje. A los dos años su familia se radicó en Liebig donde su padre ingresó a trabajar en el frigorífico. Años después se radicará en Colón. Jorge contrajo matrimonio con Marta Urquiza, y fueron padres de 5 hijos.

Su alta figura, bigotes abundantes, decir firme y pausado, hizo que resultara difícil que pasara inadvertido allí donde estuviese.

Se hizo entrerriano por el canto como le gustaba decir. La costa del Uruguay lo atrapó entre espinillos y ceibales. Pueblo Liebig, Colón, Paysandú, Concepción del Uruguay, vieron crecer su pluma de poeta y cronista.

Periodista de alma, fue sembrando sus tribunas de papel “machacando sobre el mismo clavo” como solía decir cuando insistía sobre temas que eran su desvelo. Su poesía impregnada de entrerrianía refleja sentires volcados en ríos de tinta, y en el aire a través de su voz contundente: “claro, altivo y vertical”.  La poesía era su destino y un retablo que es muestrario del paisaje de su provincia adoptiva.

Tuvimos el honor de haber compartido la tarea en redacciones. Lo recordamos con su figura patriarcal inclinada sobre una antigua Rémington, dejando correr los dedos sobre el teclado, escribiendo sus crónicas de un tirón, sin respiro ni tachas. Prosa perfecta de un periodista de raza.

Era el redactor del semanario cultural del diario Sucesos que se editaba en Concepción del Uruguay, donde anidaban las letras entrerrianas que cobraban vuelo agitando alas de papel.

De tanto en tanto don Jorge Enrique Martí nos sorprendía con un nuevo vástago, una nueva cuenta engarzada para engalanar el canto entrerriano. En la radio participó de ciclos de entrerrianía junto al conductor y recitador Roberto Román.

La escuela primaria la comenzó en la Escuela N° 16 Hipólito Vieytes de Liebig y la finalizó en la Escuela N° 1 Juan José Paso de Colón. El secundario lo cursó en el histórico Colegio del Uruguay Justo José de Urquiza de Concepción del Uruguay. Alojado en la Fraternidad se hizo “fraternal” donde se fogueó colaborando con el periódico estudiantil Chécale. Entre 1952 y 1954, estuvo a cargo de esa prestigiosa entidad institucionalizada como Sociedad Educacionista La Fraternidad.

En Buenos Aires estudió Filosofía y Letras. Trabó amistad con el ambiente literario capitalino, y con Ricardo Rojas en particular. De vuelta a los pagos entrerrianos publicó Panambí, Antigua Luz (Faja de Honor de la SADE), Entre Ríos y Canciones, Entrerriano por el Canto, Rapsodia Entrerriana (Premio Fray Mocho de poesía, 1974), Al Colegio del Uruguay, Retablo, entre otros.

ENTRE RÍOS Y CANTARES

Escribió la Cantata en unión y libertad, homenaje a Justo José de Urquiza, con música de su hijo Leopoldo (Polo) Martí. Estrenada esta obra en 2001, fue reestrenada en ocasión de las celebraciones por el Bicentenario de la Revolución de Mayo en Concepción del Uruguay y Paraná, y en aquella oportunidad cosechó elogios y reconocimiento.

Martí explicaba que el texto de la Cantata fue escrito pensando en que fuera “de muy fácil comprensión, de manera que quien la escuche o la lea, la entienda, con una intención casi escolar”.

También recuerda Polo Martí que “en 1984, al regresar Aníbal Sampayo de su exilio en Suecia, fue fundamental en mi vida pasar a ser su director musical y guitarrista de su nuevo conjunto y en sus próximos proyectos. Y en todo ello, tanto mi padre como mi madre, fueron clave porque me dieron no solo su apoyo, sino la convicción de que ese sería un frondoso camino. Justamente mi padre fue quien, por 1986, me sugirió que rindiera un homenaje a Sampayo, en vida, por todo lo que significó, no solo a nivel personal y para nuestra familia, sino sobre todo para nuestra música y nuestra cultura, y que finalmente se concretara en mi composición Homenaje a Aníbal Sampayo, obra que estrenamos con el grupo Maíz, con la que obtuvimos nuestro Premio Revelación Cosquín ’87, y que plasmamos en el CD Viajero por la Tierra (Milan Sur, Francia, 1989).”

La pluma de Jorge Enrique dejó su huella en los periódicos de la provincia y el país. Fue colaborador de EL DIARIO de Paraná, La Nación y La Prensa de Buenos Aires, La Capital de Rosario, El Entre Ríos de Colón y La Calle de Concepción del Uruguay.

En 1949 se hizo cargo de la Dirección del trisemanario El Orden. Fundó y dirigió el periódico Tribuna y la revista del mismo nombre, ambos en Colón; tuvo a su cargo la revista dominical del diario Sucesos (Concepción del Uruguay) y fue editorialista del diario El Sol (Concordia).

Fue asesor del Rectorado de la UNER y el primer Secretario de Extensión Universitaria y Cultura de la casa de estudios. Desde ese espacio desarrolló una activa tarea entre la que se destaca la creación de la editorial de la UNER (Eduner).

En 2013 la Universidad de Concepción del Uruguay y la Asociación Educacionista La Fraternidad, en el marco de sus 136 años de existencia, le otorgaron el Doctorado Honoris Causa.

PARA LA GURISADA

En 2016 dejó a los entrerrianos un último regalo. Literalmente un regalo para los gurises, su último libro publicado con el nombre Gurisada, con ilustraciones de su nieta, la Lic. Virginia Martí. La edición la pagó con su propio peculio de jubilado universitario y donó quinientos ejemplares al Consejo General de Educación de la provincia para su distribución en todas las escuelas entrerrianas.

Falleció el 14 de enero de 2018. Tenía 91 años. Se fue a otras tierras, a otros cielos, acompañado de un cortejo de pájaros y mariposas, donde seguramente seguirá recitando “Claro, altivo y vertical, /alto de nube y de cielo, / con esa actitud de vuelo / del pájaro y del puñal, / libre por toda señal / y entrerriano por el canto, / en mi guitarra levanto / los rumores provincianos / porque me tiembla en las manos / la tierra que quiero tanto (…)”.

Para seguir leyendo

– Martí, J. E. (2016). Gurisada. Ediciones del Clé.

– Más sobre la región en https://historiasdelasolapa.blogspot.com/

Related Articles

René Char, distinguido poeta de la resistencia

Comprometido con su tiempo, René Char fue un poeta con letras de...

Rosas, mito nacionalista prolijamente fabricado

El revisionismo histórico se ha empeñado en reivindicar a Rosas construyendo un...

La Plaza y su entorno, área patrimonial e histórica

El 24 de marzo de 1854 Paraná fue declarada Capital de la...

La caballería entrerriana y los aprestos para partir al Paraguay

El 26 de abril de 1865, respondiendo a una convocatoria del Gobierno...