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La consternación de los Alberdinos

Pionera en una modalidad de la formación del magisterio en el continente, la escuela Normal Rural Alberdi fue fundada en 1904. Desde entonces y hasta el presente atravesó diversas etapas que incluyeron también períodos de zozobra institucional como el episodio que se rescata en esta nota, que marca un momento de tensión por una iniciativa entre el gobierno provincial y la UNL.

Mirta Nani y Griselda De Paoli

Especial para EL DIARIO

Manuel P. Antequeda fundó la escuela Normal Rural Alberdi en 1904. Desde entonces y durante décadas, esta institución pionera en el continente, formó maestros preparados para conocer qué tenían que hacer en los medios rurales y cómo hacerlo. En 300 hectáreas este establecimiento educativo era un laboratorio  que modelaba a los futuros docentes con una energía proyectiva. El maestro alberdino, si tenía un rancho  por escuela sabía transformarla en el aula más confortable, logrando con su hacer la consideración de propios y ajenos.

Puesto en jaque el Normalismo – en el año 1969 – para ser reemplazado por un Ciclo Superior del Magisterio,  la línea de trabajo en formación del magisterio rural fue enfocada también por el espíritu de los cambios que se gestaron en ese momento.

Circuló entonces la noticia de un convenio por el cual  la Escuela Alberdi sería cedida, con todas sus  existencias, a la Universidad Nacional del Litoral (UNL), para que funcione en ella una Escuela de Técnicos Agrónomos. Los alberdinos, agrupados desde 1945  en el Centro de Egresados y Ex -alumnos de la Escuela Normal de Maestros Rurales Alberdi,  denunciaron  el atropello y el enorme error que constituiría suprimir la formación  de Maestros Rurales.

Este episodio es reflejado en las páginas del Boletín  “El Alberdino,  órgano de difusión de este centro,  que en su número 15, de agosto de 1979,  rescata lo actuado ante esta situación. En un apartado , bajo el título Transcripción comparte una nota enviada al director de EL DIARIO , que fue publicado en la Sección “Dígalo Ud. mismo”. La misma es testimonio y registro de un momento histórico y de lo actuado por la comunidad alberdina en sostén de su posición fiel a una tradición y un legado.

FUERTE MISIVA

La transcripción de la misiva ilustra la situación:

“Sr. Director de “El Diario”

Dr. Arturo J. Etchevehere. S/D

Asiduo lector de la sección “Dígalo Ud. Mismo” por las causas justas que en ella se han invocado, me toca hoy utilizarla para llevar a mis compañeros alberdinos una noticia que me ha llenado de consternación y dolor. Fue propalada por LT10 en horas tempranas de la madrugada.

Según ésta, se firmaría  a la brevedad un convenio entre la Universidad Nacional del Litoral y el gobierno de nuestra provincia, según el cual ésta cedería a aquella las 300 hectáreas  con edificación que constituyen la Escuela Alberdi. En el plazo de cinco años, ésta terminaría definitivamente sus funciones  como tal, para dejar lugar a un curso de técnicos Agrónomos dependiente de la Universidad mencionada.

En absoluto soy reacio a la creación de ese curso. Enhorabuena Alberdi se agrande o agigante, en el año de la Educación, ofreciendo a sus alumnos otra posibilidad, ya que en ella hay espacio suficiente para muchos edificios nuevos. Lo que me indigna, lo que me apena, es que todo esto ocurra a costa de la existencia de una escuela que fue obra máxima de un hombre tan extraordinario como Antequeda, de  una escuela que cumple una importante  función, al representar la única posibilidad de estudio para un gran sector de jóvenes entrerrianos.

Yo me formé en ella. Fue mi única oportunidad. De allí egresó mi hijo junto con los de tantos otros  hogares del  medio rural para quienes no era posible costear una carrera en otros lugares. Afortunadamente existía Alberdi como gran solución, con su internado, incluso para gente de la ciudad. A pesar de su función educadora, formativa, humanitaria, se piensa que su existencia no tiene razón de ser y que no cumple función alguna.

Cuesta creer que nuestro gobernador, tan atento a los problemas de su pueblo, no haya vislumbrado todo el mal que significaría la eliminación de un establecimiento  como éste. Que las personas encargadas de organizar este curso de Técnicos Agrónomos tampoco lo haya tenido en cuenta. No veo por qué no pueden coexistir una Facultad y una Escuela Secundaria, máxime cuando ésta sería la encargada de llenar sus mismas aulas.

Casi 70 años de la  historia de la educación entrerriana no pueden desaparecer en esta forma. Debe existir  otra salida. Alberdi no es una escuela más; es algo especial y llevamos viva muy dentro  todas las generaciones que pasamos por ella, los que vivieron en ella, los que trabajaron en ella. Es única y auténticamente entrerriana.

La primera en su género. Debe permanecer. Muchas causas podrán argumentarse a favor de su desaparición, pero habría que meditar si no ocultan intereses ajenos a los invocados.

Me enorgullece pensar que mi provincia cuente con algo que más tarde pueda ser una Facultad de Agronomía, pero no a costa de la existencia de una escuela  cuya desaparición nadie verá con simpatía.

Agradezco, señor Director, su deferencia al publicar esta carta. Quiera Dios que estas líneas caigan bajo la vista de las autoridades que intervienen en este hecho, y mediten un poco antes de firmar el convenio.

Un viejo Alberdino”.

El torreón de la escuela es testimonio de una etapa del establecimiento que formó maestros preparados para conocer qué tenían que hacer en los medios rurales y cómo hacerlo.

NUEVA ETAPA

Finalmente la iniciativa no prosperó y no hubo convenio con la UNL, pero la escuela Alberdi, pronto dejaría de formar Maestros Normales Rurales con su encuadre original.

En el año 1972 se crea el Nivel Terciario, dentro del Consejo General de Educación, para incorporar los institutos para formar, entre otros, a los maestros que en adelante recibirían el título de Profesores de Nivel Primario. Esto dio lugar a la diferenciación de los niveles educativos dentro de la Escuela: el nivel secundario y el nivel terciario.

En sus 300 hectáreas la escuela Alberdi resultó un laboratorio que modelaba a los futuros docentes rurales. Actualmente forma Técnicos en Producción Agropecuaria.

Desde entonces los planes de estudios han sido modificados en varias oportunidades, regulando la relación entre la formación humanística y la formación técnica agropecuaria en el nivel secundario, no sin tensiones, por la complejidad que ello conlleva.

Durante los `90, por la  Ley Federal de educación, en la Escuela Alberdi se implementaron  la EGB 3 y el Nivel Polimodal con modalidades y Trayectos Técnicos profesionales: Humanidades y Ciencias Sociales con orientación en Turismo, recreación y tiempo libre -por un lado-; y  Producción de Bienes y Servicios con un Trayecto Técnico Profesional en Producción agropecuaria -por otro-.

En el  2000, la escuela es transferida a la UADER, pasando a depender en el año 2004 de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la misma.

En el año 2009 con la sanción de la nueva Ley Nacional de Educación se inicia el proceso de construcción del nuevo plan de estudios, para formar Técnicos en Producción Agropecuaria que tiene sus primeros egresados en 2012.

En el presente, más allá de avatares históricos, la escuela mantiene su espíritu y su rol, y el  Centro Alberdino mantiene viva la llama del mismo.

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