lunes , 29 abril 2024
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Las artes, un proyecto de vida

Gustavo “Koky” Satler es músico, compositor, docente, actor y escritor. Foto: Juliana Faggi
Gustavo “Koky” Satler es músico, compositor, docente, actor y escritor. Formó parte de Los Príncipes del Compás junto a su padre, y actualmente integra la banda Genitales Argentinos. Un paranaense inquieto y creativo, que ha trazado un camino artístico con el que ha cosechado reconocimientos y satisfacciones. 

El paranaense Gustavo “Koky” Satler nació rodeado de música, con un padre, “Nenín” Satler (fallecido), quien fue uno de los creadores de Los Príncipes del Compás. Pero destaca con orgullo, que fue su madre la que un día lo sentó en su falda, frente al piano y le enseñó las primeras notas a los tres años. La curiosidad y sus ganas por crear siguen intactas. La música y el piano fueron sus primeras herramientas, pero luego descubrió el gusto y la capacidad por la escritura y la actuación. Un recorrido que hoy sigue ideando en su laboratorio, que también es punto de encuentro de amigos artistas que comparten la misma pasión, la de crear para el público. Allí, en calle Esquiú, en inmediaciones de la Escuela de Comercio, tras tocar el timbre, “Koky” salió al encuentro con BIEN!, saludó e intercambió charlas breves con los vecinos en la vereda. Durante la entrevista, Satler dijo que “generar pensamientos creativos es un ejercicio divertido y sanador”. 

—¿Cómo comienza tu recorrido artístico?

—Mi vieja fue quien me enseñó a tocar el piano, y es la única que no hizo música en la familia. A los tres años, tengo que haber estado hinchando y para calmarme, me sentó al piano y me enseñó las notas. Teniendo padre y abuelo que eran músicos porque el papá de mi vieja era violinista, y con todos los músicos que se reunían en mi casa porque Los Príncipes del Compás ensayaban ahí, en calle Santa Cruz. 

Después, mi primera relación en serio con la música fue con mi viejo, cuando vuelvo un día de jardín, y me siento al piano y toco una canción que me habían enseñado y casi se muere de la emoción. La toqué con una mano, entonces él me enseñó a hacer el acompañamiento con la izquierda. Y debuté en la escuela República de Chile acompañando al coro, cuando estaba en jardín de infantes. No me olvido más, el pánico que tuve y el escándalo que le hice a mi vieja, que estaba tan feliz porque su bebé iba a tocar en público, —rememoró “Koky”.

“Koky” Satler nació rodeado de música, con un padre, “Nenín” Satler. Foto: Juliana Faggi

—Desde el jardín de infantes participabas de las conmemoraciones escolares…

—Siempre, era el chico que buscaban para los actos, el que escribía y armaba cosas. Además de tocar, muchas veces tenía que armar esas escenas que tanto gustaban y hacían llorar a las madres y a las maestras. En la secundaria me dio un poquito más de vergüenza y tenía un perfil más bajo.

De adolescente

“Tuve la suerte de tener un grupo de amigos de la secundaria, que éramos “nerds” de esa época. Hacíamos cine a los quince años, Marcelo Manucci hacía cortos y Julio Gómez y yo éramos sus asistentes y se publicaban en las revistas de cine, junto con otros grandes cineastas. También hacíamos programas de radio, Marcelo había armado un transmisor que alcazaba cien metros a la redonda, y jugábamos a hacer radio”, contó “Koky”. 

—Koky, ¿cuándo te sumaste a Los Príncipes del Compás?

—Empecé a tocar con mi viejo a los catorce, cuando por una inundación cortaron el Túnel, el violinista de la banda era don Domingo Gaspari, músico de la Sinfónica de Santa Fe, que no podía viajar a Paraná. Mi viejo me pidió que le haga la gauchada de tocar, yo no quería saber nada. Había estudiado música clásica, estaba descubriendo el rock y me pedían que hiciera tangos y cuartetos, no me interesaba. Pero terminé aceptando para ganarme unos mangos, y me enganché. Era chico y me gustaba eso de salir de noche, apadrinado por gente grande y con mis viejos cuidándome. Ese fue el primer vínculo con el que aprendí que quería vivir haciendo música. Además de una pasión, la música es una forma de vida. 

Después laburé en los casamientos, iba de iglesia en iglesia, tenía un par de curas que me recomendaban y hacíamos un show con algún cantante con el “Ave María”. 

—¿Qué hiciste al terminar la escuela secundaria?

—Me inscribí en Ciencias Económicas porque en mi casa estaba claro que la música era un hobby, no una profesión, excepto que me dedicara a la dirección orquestal. A mi viejo se le había ocurrido que me iba a bancar con la música, sólo si era director de orquesta, algo que no me interesaba porque yo quería tocar el piano. Tenía una banda de rock, Plus, y ensayábamos en la casa de mis abuelos, que fueron quienes bancaron la carrera rockera de adolescente. Bueno, mientras hice dos años de Ciencias Económicas, aprobé muchas materias y dejé la facultad. Inmediatamente, empecé a estudiar Licenciatura en Sistemas, aprobé materias, pero no era feliz. Recién en ese momento, entendí que lo que yo pensaba que era un hobby era mi vocación. Así que mientras mi viejo me decía: “acá se trabaja o se estudia”, comienzo a laburar en la escuela Helen Keller como profe de música a los veinte años. Yo había estudiado piano con Celestino Viola, quien fue mi segundo padre y me hizo amar la música, y tenía un título privado que me habilitaba a dar clases. Me enamoré de la docencia y me inscribí en el Profesorado de Música. Me recibí de profesor de Educación Musical porque lo único que me interesaba era titularizarme en esa escuela. Y el día de la colación cuando me recibí, que era abanderado no pude ir porque tenía el primer baile con Los Príncipes en Buenos Aires. 

La escuela Helen Keller fue la que definió mi vocación, que entró por el lado educativo y no tanto por la interpretación y la composición, que después me llevaron a laburar. 

La música y el piano fueron sus primeras herramientas, pero luego descubrió el gusto y la capacidad por la escritura y la actuación. Foto: Juliana Faggi

—Sos músico, compositor, docente, actor, escritor, ¿en qué rol estás más a gusto?

—Yo estudié y tengo título de música, pero como músico nunca recibí un premio. En todo lo demás me formé con talleres o de una forma intuitiva. Por lo tanto, a los títulos los tengo en la música pero los premios los tengo en la literatura, la dramaturgia y como actor. Mi lugar está en el laboratorio de ideas, me gusta generar una canción nueva, un personaje, crear. Me gusta el momento creativo, mucho más que la exposición.

La literatura

—¿Cuándo comenzás a escribir? 

—De chiquito en las escuelas. Después, recuerdo cuando mi viejo se enferma de cáncer, yo trabajaba mucho, estaba estresado y había nacido mi hija Violeta, y se me ocurrió empezar a escribir y eso sanaba la presión que sentía durante el día. Cuando muestro esos cuentos a gente que yo quiero y respeto como escritores, me dicen que estaban buenos y empiezo a participar en algunos concursos en los que me fue muy bien. 

La autogestión y el mundo creativo

Sobre el recorrido artístico y la autogestión, Satler dijo: “El camino del arte es un camino sinuoso. Sabés que no tenés un sueldo a fin de mes, que hoy podés estar muy bien y mañana muy mal, pero con optimismo. Creo que se trata de estar siempre en alerta positiva, con ganas de expresar, de contar algo. Y para contar hay que buscar a alguien que te escuche, y ahí empieza la autogestión. Tengo esta canción, ¿cómo hago para mostrarla? Entonces, hay que estar generando todo el tiempo pensamientos positivos, creativos, un ejercicio divertido y sanador”. 

—Genitales Argentinos, ¿cuándo surge?

—Quería hacer esta casa y lo llamo q Gastón Grand, que nos conocíamos de chicos y de compartir festivales de rock. A partir de ahí retomamos el vínculo, aparece Papi Bastida, quien empieza a trabajar como asesor escénico de Los Príncipes, y entre los tres empezamos a desarrollar otras cosas. La banda comenzó con un primer recital en 1998, en el Teatro. Para ese primer recital lo sumamos a Germán Mendoza, Sebastián Reyes y Guillermo Carnero. Somos un grupo de amigos que venimos junto desde hace muchos asados”.

Legados

En 2023, en el marco del 210° aniversario de la elevación de Paraná al rango de Villa, se editó un disco con canciones dedicadas a la ciudad. El trabajo “Entre Ríos le canta a Paraná” se grabó en el Teatro 3 de Febrero con la dirección de Gustavo Satler, y fue interpretado por cantantes de toda la provincia, acompañados por destacados músicos locales y algunos invitados especiales, como Teresa Parodi. 

“El año pasado pude cumplir con dos cosas y después que las hice, me di cuenta que estaba cumpliendo con legados de mis viejos. Mi viejo quería que fuera director de orquesta y mi vieja que tocara folclore. Esa noche en el Teatro cumplí con los dos mandatos y me hizo muy feliz sentir que les estaba dando el gusto y lo estaba disfrutando”, dijo el director. 

Mi vieja fue quien me enseñó a tocar el piano, y es la única que no hizo música en la familia. Foto: Juliana Faggi

Fanatismos y política

Con respecto a la situación política actual dijo: “Me pone triste el fanatismo, salvo en el fútbol en todo lo demás debiera ser más racional. Aparecen discursos muy feos, muy errados y me preocupa que no haya solidaridad. Siempre trato de inculcarles a nuestras hijas, que independientemente de la ideología, no dejen de pensar que son parte de una tribu, de un conglomerado de gente, que hay que pensar en el medio ambiente, en la educación, en la cultura, porque eso es lo que nos convierte en sociedad. Por estos tiempos, estoy muy ocupado con la cuestión política, con estos proyectos porque me interesa salvaguardar instituciones que fueron creadas antes que la mayoría de los políticos que están o estuvieron, nacieran”, afirmó el paranaense. 

Breve bio

Gustavo “Koky” Satler nació en Paraná, el 4 de noviembre de 1967. “Mi viejo fue padre primerizo y campeón del mundo con Racing, el mismo día”. Es hijo de Santiago “Nenín” Satler (fallecido) y de Stella Maris “Cuca” Ludi. Es el mayor de tres hermanos, Pablo y Leandro. Está en pareja con Mariela Princic, con quien formó una familia ensamblada de dos hijas, Violeta y Lola.

Es docente de Educación Musical, músico, compositor, docente, actor, escritor y gestor cultural. En su vasta trayectoria, se destaca el trabajo que realizó con Ricardo Leguízamo. “Hice la carrera de humor en la Universidad del Humor que es Ricardo”, expresó Satler.

Editó “Agenda Humorística” junto a Juan Barbagelata, y “Era K”, Ha sido premiado en distintos concursos, entre ellos uno de la Secretaría de Cultura y Deportes de la Nación por cuentos de fútbol. En 2022, con “Vientos de las almas” ganó el Certamen Nacional de Obras de Teatro de Humor, Fiesta del Cigomático Mayor. 

Actualmente, es el representante de la Asociación Argentina de Intérpretes. Está a cargo de talleres de capacitación creativa a docentes en la provincia. Además, integra la banda Genitales Argentinos que debutó en el Teatro 3 de Febrero en 1998.

Amigos artistas: Juan Carlos Gallego, Ricardo Leguízamo, Juan Barbagelata, Guillermo Carnero, Gerardo Dayub, Gastón Grand, Sebas Reyes, Wilton Osán, Pedro Peralta, Alfredo Ibarrola, Fabian Frizón, Martín Larraburu y Fabián Gallardo, entre otros. “Nos nutrimos tirándonos chistes y generando cosas”. 

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