sábado , 27 abril 2024
Home Bien! La constancia y la disciplina juegan en el equipo de Godoy
Bien!Destacado

La constancia y la disciplina juegan en el equipo de Godoy

Foto: Sergio Ruiz.

Román Godoy es jugador de softbol del club Don Bosco y de la Selección Argentina. Practica este deporte desde hace 20 años en la entidad de su barrio y hace una década que viste la casaca nacional. En diciembre pasado ganó, por segunda vez, el premio Olimpia de Plata que honra su trayectoria de sacrificio, disciplina y buen desempeño.

Gabriela Gómez del Río

[email protected]

Román Godoy nació en Paraná. Creció en el barrio del club Don Bosco. Llegó a la citada entidad después de practicar softbol en la escuela primaria. El deporte del bate y el guante lo cautivó, lo llevó a destacarse como lanzador en el equipo “salesiano”. Su notable desempeño lo llevó a integrar los seleccionados argentinos desde Juveniles a Mayores con importantes títulos en su carrera. La disciplina, la dedicación y el sacrificio en pos de dar siempre lo mejor en los campos de juego tuvieron su reconocimiento. A fines del año pasado, el jugador de la capital provincial fue distinguido por segunda vez, con la estatuilla del Olimpia de Plata. El premio es un incentivo más para continuar en la senda del deporte amateur de alta competencia. “En Paraná está lo mejor del softbol del país”, dijo a BIEN!

—¿Qué deporte practicabas de niño?

—De chico, corría en karting con mi papá. Vengo de una familia fierrera, nos encanta. Creo que mi pasión eran los fierros, pero en ese momento como hoy en día, era muy caro y la situación económica en mi casa no acompañaba para ese deporte. Nunca nos faltó nada, pero no podíamos malgastar el dinero.

—¿Cuándo comenzaste con el softbol?

—A partir de los 8 años arranqué a jugar al softbol y al fútbol en Don Bosco, y estuve uno o dos años haciendo los dos deportes hasta que me quedé sólo con el softbol.

—¿Qué fue lo que te llevó a elegir softbol?

—Jugar en la escuela primaria fue lo que me impulsó. Un profesor nos empezó a dar softbol y me gustó, averigüé dónde se jugaba y llegué a Don Bosco, el club de mi barrio.

—Cuando empezaste, ¿soñabas con llegar a vestir la casaca nacional?

—No, no, empecé por gusto y después pasó a ser una pasión. Obviamente, que siempre me siguieron gustando los autos y de chico con mi papá íbamos a ver las carreras. Pero, realmente, el softbol me cautivó mucho hasta el día de hoy.

—¿Cómo llegaste a ocupar el puesto de lanzador?

—Eso fue a los 11 o 12 años. Había un técnico que me decía: “vos tenés que ser pitcher, tenés que lanzar vos que sos grandote”. Era Fabián Medina, -un dirigente de Don Bosco, ya fallecido. Él me pasaba a buscar junto con otro compañero y nos tenía toda la tarde practicando lanzamientos. Después era salir a jugar a la puerta y buscar un compañero para tirarle la pelota, lo que me costó unos cuantos vidrios que daban al patio de mi casa y los retos de mi mamá, —recordó entre risas.

—¿Te piden consejos sobre el pitcheo los jugadores que se están iniciando?

—Algunos vienen y te preguntan ¿cómo hacés?, ¿cómo lo llevas?, ¿qué hacés acá?, ¿qué hacés allá? Y uno trata de brindarle todo lo que sabe porque conmigo los mayores fueron así, siempre me ayudaron.

Dos Olimpia de Plata

El softbol le ha dado a la ciudad de Paraná numerosos títulos y distinciones. Entre los reconocimientos el Olimpia de Plata, que otorga todos los años el Círculo de Periodistas Deportivos de Buenos Aires, es uno de los más prestigiosos. Román Godoy, quien ocupa el cuarto puesto en el ranking mundial de lanzadores, es uno de los paranaenses que atesoran esta estatuilla tras ser premiado en 2014 y en diciembre pasado.

“En el 2014 el premio llegó después del Mundial Juvenil, donde habíamos salido campeones en Canadá. Fue muy lindo, recuerdo que terminé tirando la final del mundo, muy contento”, rememoró.

Con la casaca nacional

—¿Desde cuándo integrás la Selección Nacional?

—Desde Juvenil, arrancamos en el proceso en el 2010, hace varios años. En el 2012 tuvimos el Panamericano en Paraná y seguimos con el mismo ritmo de trabajo para el 2014 para el Mundial de Canadá, donde salimos campeones. Además, desde enero integraba la selección Mayor.

En el 2015 debuté oficialmente en la Selección Mayor.

—¿Cómo es la vida de un deportista de alta competencia?

—De alta competencia, pero a la vez amateur. Cuando tenía 18 años era una fiesta, era como vivir en un mundo fantástico. Hoy es otra cosa, esto significa que aparte de trabajar en lo que te dediques, vas a tener que buscar el espacio para entrenar como se debe para este nivel y vivís cansado. Cuando terminé la escuela, arranqué a trabajar con mi viejo en las perfumerías, pero antes cuando era adolescente trabajaba sólo por la mañana y tenía toda la tarde y la noche para dedicarle al deporte. Siempre fui muy disciplinado en mi vida y a esto lo trasladé al deporte, y he programado mis planes de entrenamiento.

—¿Cómo evaluás el proceso así que ha tenido la selección?

—Con la Mayor fue un proceso de muchos altos y bajos, con muchas pruebas y error. Nosotros aprendimos a perder para aprender a ganar, así de simple. Toda la vida me dirigió Julio Gamarci, y fueron muchos años de aprendizaje. Esta es la primera vez que se cambió el cuerpo técnico con Alberto y Gustavo Guerrinieri, pero seguimos en la misma línea de trabajo.

Julio tomó la decisión de dejar de ser los domingueros del deporte, como se considera al softbol porque hay quienes no se cuidan, no son atletas y van a batear. Bueno, nosotros entrenamos para ser atletas y estar a la altura de las competencias.

A mis 19 años me desilusioné en el Mundial 2015 porque no se dieron los resultados, y quise dejar para no arruinar al equipo. Tuvimos un Panamericano y nos recuperamos un poco, pero habíamos hecho todo para ser campeones y no se dio.

—¿Se dejaron cosas de lado por los entrenamientos y los torneos?

—Muchas, cumpleaños, fallecimientos, esta pregunta me hace recordar un montón de cosas. Muchas situaciones complicadas en mi familia, momentos en los que me hubiera gustado estar, pero por viajes y cosas de la vida no se pudo. Mi vida está armada en función del deporte, de los torneos. Yo organicé todo, hasta el nacimiento de mi hijo para que sea en una fecha que yo esté en Argentina. Y ahora resulta que me ponen un Panamericano en esa fecha, así que esta vez me van a tener que disculpar pero no voy a estar. Esta vez me quedo en casa, tengo que priorizar a mi familia. En junio ya me tengo que ir a Estados Unidos y Canadá.

Vivir jugando al softbol

Los jugadores destacados del país desde hace varios años participan en las temporadas oficiales que se realizan en distintas partes del mundo. De esta manera, consiguen un contrato y se les paga por jugar y jerarquizar a sus equipos, los que muchas veces resultan campeones.

“Desde el 2014 juego afuera. He hecho temporadas largas en Estados Unidos y Canadá, desde junio hasta agosto. Y después he viajado por todos lados. Este año, en junio, voy nuevamente para Estados Unidos.

—Los jugadores argentinos son codiciados en exterior…

—Realmente, sí. Cada año hemos ido metiendo más jugadores en las distintas ligas internacionales. Todos los equipos a los que vas, generalmente, han tenido algún argentino que se ha destacado. Siempre te lo dicen, y lo mejor de todo es que somos buenas personas. Son dos meses de vida en el exterior, de trabajo y dedicación solamente para el deporte. Hay jugadores que llegan de otros países y que no lo toman de esta manera, sino como vacaciones. Pero para los argentinos es un trabajo, lo consideramos así y de hecho lo es, y si por ahí alguien se empieza a descarrilar lo charlamos inmediatamente.

Cuando te vas a jugar afuera, vos sos tu propio jefe y tenés que hacer todo lo que sabés que te beneficia en cuanto a lo deportivo. Los más chicos están aprendiendo y por ahí vienen y te consultan cómo se hace. Es simplemente hacer las cosas con seriedad y responsabilidad. Y ya con todos los años que uno lleva dedicándose a esto y con el apoyo de los jugadores más grandes, la situación es entrenar, comer bien y descansar.

Paraná, capital nacional del softbol

Paraná es considerada la capital nacional del softbol, y desde las primeras competencias internacionales la Selección Nacional ha tenido supremacía de jugadores locales.

“Creo que este excelente nivel sofbolístico que hay en Paraná tiene que ver con que siempre hemos tenido un muy buen semillero, un gran trabajo de base. Esto se ve en la cancha, donde además tienen la posibilidad de ir a ver en su ciudad a los mejores jugadores del país, algunos reconocidos en el mundo. Podés ir y tratar de copiar los estilos, técnicas de juego de lanzadores, de jugadores que trabajan todo el año. Entonces, es mucho más fácil ver y tratar de imitar”, comentó Godoy.

Luego agregó que “en Paraná está el mejor softbol del país, los chicos que están en un muy buen nivel que son de otras ciudades se vienen a vivir acá para jugar. Hemos tenido jugadores que ‘pintan para buenos’ de La Pampa, Buenos Taire, Tucumán, Salta, de toda Argentina, que hacen el sacrificio y cambian de vida para jugar en Paraná”, afirmó el lanzador a BIEN!

—¿Qué te ha dado el deporte?

—Más allá de lo material, esta vida que amo y mis amigos y me ha dado un nombre. De esto me doy cuenta cuando viajo y tengo reconocimientos en otros países que he conocido por este deporte.

Proyectos

“Quiero seguir entrenando, ahora se nos viene este Panamericano al que no puedo asistir, y el año próximo tenemos el Mundial. Pienso dejar todo lo que mi cuerpo me permita, siempre entrené como si fuera el último y me sirvió. Hice mucho trabajo físico y psicológico para estar acá”, confió.

Breve bio

Román Godoy nació en Paraná, el 22 de octubre de 1995. Es hijo de Juan Alejandro Godoy y de Liliana Herbert. Está casado con Micaela Mendoza, y están esperando el nacimiento de Amadeo, previsto para fines de marzo, principios de abril.

Cursó la escuela primaria en González Pecotche y la secundaria en Don Bosco.

Referentes: “Un montón, todos los que me guiaron en la vida, son muchísimos. Muchísima gente que siempre se acercó para para darme un consejo o hablarme. Los que se me vienen a la cabeza son Lucho Centurión, Fabián Medina, Julio Gamarci, Beto Guerrinieri y todos los entrenadores que he tenido”.

Textual: “El softbol es un ajedrez, tenés que tener todas las piezas bien ubicadas, no sirve la suerte, hay que conocer y entender el juego.

Premios: Olimpia de Plata en 2014 y 2023.

Related Articles

Urribarri denunció al Procurador García ante el Jurado de Enjuiciamiento

El Jury de Enjuiciamiento acaba de recibir la denuncia contra el Procurador...

Lanzan programa para promover el turismo

“Viajá+ con BNA”, un programa para promover el turismo en la Argentina...

Compositoras: último concierto de abril

El Colectivo Compositoras despide este viernes el ciclo de recitales del mes...

Festival por el Día de la Danza, en Paraná

Habrá un festival en La Vieja Usina por el Día de la...