En su nueva etapa en Buenos Aires, como Secretario de Gestión Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación, el entrerriano Federico Prieto trabaja en el diseño y la aplicación de políticas culturales que acompañen el desarrollo territorial y comunitario en todo el país. Entrevistado por EL DIARIO, el funcionario esbozó las líneas sobre las que plantea su tarea “dentro de un marco federal, en que puedan manifestarse las expresiones de cada lugar, respetando las diversidades”.
Carlos Marín
Mucha agua ha corrido bajo los puentes desde que Federico Prieto caminaba diariamente por las calles de Concordia, ciudad donde nació en 1986, hasta su actual radicación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se desempeña como Secretario de Gestión Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación.
Prieto integra el selecto grupo de entrerrianos que en los últimos años han accedido a las altas esferas de decisión en el Estado Nacional. Cabe señalarlo, la capital del país no le resultaba desconocida, ya que luego de concluir la escuela secundaria, en 2004, se radicó en esa ciudad para cursar estudios en Ciencias Económicas que luego cambió por Ciencias Políticas. Sin embargo esos caminos quedaron truncos. En ese período comenzó a militar en el movimiento estudiantil y se sumó a la Asociación de Jóvenes Entrerrianos en Buenos Aires. Fue en la Casa de Entre Ríos donde tuvo sus primeros contactos con la administración provincial -a la que ingresó en 2011- como Coordinador del Área de Fotografía, tras cursar estudios en la Escuela Quinquela Martín (CABA).
Tras una década en Buenos Aires regresó a la provincia con la responsabilidad de coordinar programas de empleo de Nación para Entre Ríos. Pasó a desempeñarse en la Secretaría de Juventud y posteriormente en la Secretaría de Cultura, donde hasta el año pasado ocupó el cargo de director de Formación y Diversidad Cultural. En esa función se desempeñó durante dos años, hasta que en abril pasado fue convocado a integrar el equipo del Ministro Tristán Bauer. Su recorrido incluye también haber sido asesor en la Cámara de Diputados de la Provincia y la de la Nación.
De las propuestas que espera desarrollar en su función y de las perspectivas con las cuales trabaja en el cargo delineando políticas para el país habló en una entrevista.
“Pensé que me iba a pesar, que era algo muy grande. Pero con sinceridad, estoy disfrutando muchísimo este compromiso y la responsabilidad que se me ha dado”, confió a EL DIARIO. “Asumí con mucho entusiasmo la responsabilidad de llevar adelante un proceso que tiene directa relación con la construcción de “un país federal”.
“Me siento muy contento por ocupar esta responsabilidad institucional y también estoy conforme conmigo mismo porque estamos respondiendo bien a los desafíos que nos plantea el cargo”, deslizó en la charla el funcionario que en 2021 concluyó la Tecnicatura Universitaria en Gestión Cultural en la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER.
ARRAIGO E IDENTIDAD
Convencido de que “a través del arte y de los procesos culturales se puede aportar a la identidad propia del lugar y al arraigo donde las personas habitan”, Prieto apunta en el mismo sentido en relación a la tarea que desarrolla: lograr que las políticas culturales y de gestion “generen en los habitantes de cada lugar de nuestro país, esa empatía, esa relación de arraigo con el territorio”. Y agrega: “si uno puede ordenar eso, de alguna manera, puede plantear políticas culturales que van en pos del bienestar y la, transformación social”.
En su enfoque sostiene que la cultura es “algo plural, que está en todas las personas y que no le pertenece a alguien que tome las decisiones”. Por el contrario “son los actores que están en territorio quienes, desde la diversidad, pueden elegir por dónde caminar”.
En su nueva etapa en Buenos Aires, Prieto acepta que su función implica “una responsabilidad que nos ha dado el presidente de la Nación, Alberto Fernández”, que conlleva “el diseño y la aplicación de políticas culturales que acompañen el desarrollo territorial, comunitario, y la cultura que representan esas dos variables en todo el país”. Todo “dentro de un marco federal, en que puedan manifestarse las expresiones de cada lugar, respetando las diversidades.
Desde ese enfoque, esboza las principales líneas sobre las cuales plantea su tarea al frente de la Secretaria. “En un plano conceptual, me interesa ampliar la potencialidad a las culturas que se desarrollan localmente”, insiste. A la vez se trata de reforzar “todo el complejo simbólico que implica la cultura, la comunidad, el territorio, el buen vivir y el bien común”.
ACCIONES
-–Pensando en Entre Ríos ¿qué acciones concretas espera implementar en el marco de esta gestión?
–Si bien desde la función pública uno plantea políticas para todo el país, cada provincia, cada territorio tiene su lógica y su particularidad. Se trata, por un lado, de respetar los procesos históricos de cada uno de los lugares, teniendo empatía con todo lo que se desarrolla y a su vez acompañando lo que se decida o quiera hacer. Soy de Entre Ríos y por eso puedo comprender con rapidez qué es lo que sucede en distintos puntos. Estuve ligado a las políticas culturales provinciales y municipales. También puedo comprender qué es lo que sucede en otras provincias, pero en esos casos necesariamente tengo que estudiar cada cuestión con mayor profundidad.
La mayoría de las propuestas que pienso a nivel nacional las tomo de las realidades entrerrianas. En ese sentido, creo que nuestra provincia es una media de mucho de lo que pasa en el país. Por ejemplo, esta gran diversidad cultural que tenemos y el mestizaje que se ha ido dando. Por eso digo que tomo muchos ejemplos de lo que sucede en Entre Ríos como realidad para proyectarlo a nivel nacional.
Para mí, el objetivo con Entre Ríos en particular, es que se tome conciencia en todos los niveles de que la cultura es una herramienta fundamental para la vida cotidiana.
–Desde su puesto observa la totalidad del país, sus distintas regiones ¿qué perspectiva le ha posibilitado construir sobre el lugar que Entre Ríos ocupa en el contexto nacional actual?
–Entre Ríos es un ejemplo de legislación en lo cultural. Es mucho lo que se ha hecho a través de las distintas gestiones. Y que se ha intensificado durante la gestión de la actual secretaria de Cultura, Francisca D´Agostino. Participé en su gestión y se han sancionado más de una docena de leyes vinculadas al sector cultural en los últimos años. Como ejemplo pueden mencionarse la de Creación del Consejo Provincial de Cultura (Ley 10.928); de Fomento Audiovisual (Ley 10.937); de Teatro independiente (Ley 10.931); la de Artesanías (Ley 10.659). También dos claves que avanzan en la línea de respetar esa diversidad con la que se ha constituído nuestra provincia: la de Colectividades (Ley 10.789) y de la Afroentrerrianidad y la Cultura Afrolitoraleña (Ley 10.884).
Creo que es algo para tener muy en cuenta, porque la población en general no lo ha percibido aún como un logro, como un avance que forma parte de un dispositivo que hace a la vida cotidiana de las personas. Lógicamente, no es algo material que se vea inmediatamente, pero sí introduce modificaciones en el modo que nos relacionamos con el mundo y también en la configuración de identidad colectiva.
Estoy convencido que el camino es seguir potenciando lo que Entre Ríos puede producir en materia cultural. Nuestra provincia tiene mucho para dar a nuestro país y a la región.
GRAN POTENCIAL
–Desde lo personal y profesional ¿qué aprendizaje significativo le deja este período en el Ministerio de Cultura de la Nación?
–Me ha permitido darme cuenta y afirmar la importancia de las políticas culturales como una herramienta potente para el desarrollo político; de la comunidad; del territorio. Que son una palanca fundamental para la construcción de un mundo mejor. Y cabe pensarlas de forma global, nacional, regional, a nivel del continente; deben ser transversales. En ese sentido, hay mucho trabajo por delante para potenciar lo que nuestro país puede producir.
Como gestor, me gustaría que se tome conciencia, a nivel de la población, de la importancia que tiene la cultura para la vida cotidiana, en el sentido de que la cultura es el instrumento político que nos hace ser parte de algo, de un mundo, de la naturaleza, convivir con otros individuos, en comunidad, participar de ese engranaje cotidiano que se desarrolla. Y qué sentido le damos con una mirada crítica.
–El Mercosur es una iniciativa que está centrada fundamentalmente en el eje de la economía. Hablar de integración cultural efectiva -con proyectos, programas, iniciativas de intercambio- en ese marco, es una quimera, pese al tiempo transcurrido de la creación. Algo similar sucede en relación a la UNASUR ¿Desde su función espera generar la posibilidad de avanzar en una integración cultural real y efectiva a partir del intercambio de producciones y bienes culturales entre los Estados que integran el bloque?
–Para que eso suceda hay que considerar dos variables. Ambas van en simultáneo. Una es tomar en cuenta lo que pasa entre los pueblos de cada país, con la conexión y los procesos identitarios. Así, a nivel macro, con una perspectiva más general, se presentan las políticas culturales de integración. Y eso puede darse a partir de gobiernos afines que puedan sentarse a pensar juntos. Que Lula haya ganado la elección y sea presidente en Brasil, nos permite imaginar una mayor facilidad para avanzar en la integración de las naciones del sur. Por mencionar otro país, sabemos que el panorama en Perú, por ejemplo, se presenta hoy más complejo.
Desde el Ministerio mantenemos vínculos con personas que están en las áreas de Cultura de distintos países a través de diversos programas. Algo se está trabajando en el marco de una propuesta de revitalizar la UNASUR. También hay otros programas de cooperación internacional, línea en la cual participamos activamente, para lo cual hemos propuesto diseñar una propuesta para concretar intervenciones artísticas en puntos de frontera. La intención es hacer visible que las culturas son puentes que nos vinculan, lazos que nos unen más allá de las divisiones políticas que se trazaron a través de fronteras en el curso de la historia de nuestro continente y de la región. Apuntamos a eso participando en programas como Ibermúsicas, Ibercultura viva, Iberorquesta, Iberescena. Además queremos potenciar la integración cultural de distintos puntos de frontera, en los cuales se concrete una integración desde la circulación de la producción. Y en ese punto entra a tallar consideraciones de otro orden, porque tienen un componente económico al implicar trabajo, desarrollo. Hacia allí queremos apuntar.
–¿A nivel de las distintas regiones del país esperan generar corredores o espacios de intercambio?
–Sí, claro. Tenemos proyectos que involucran a las distintas regiones. Por ejemplo, estamos acompañando con mucha atención e interés, lo que se está pensando para el Norte Grande. Entre el 3 y el 5 de marzo se concretará en Oberá (Misiones) un gran encuentro que involucrará a diez provincias que aportarán a un desarrollo común sus propios bienes y desarrollos culturales. Es una forma soberana de decir el Norte Grande está aquí, presente, sin que sea necesario referenciarse en Buenos Aires o cualquier otra gran urbe del país.
Apoyos a Entre Ríos
Desde la secretaría a su cargo, Prieto destaca los apoyos de las convocatorias nacionales que llegarán a Entre Ríos, como parte de los programas Culturas Gauchas, Festivales Argentinos y Carnavales Argentinos. Se trata de convocatorias federales para el fortalecimiento en actividades y eventos. “En el caso de Entre Ríos, son una veintena de localidades de la provincia a las que alcanza nuestro aporte, que está en pleno desarrollo ya que las acciones se desarrollan en estos primeros meses de 2023”.
Los beneficiarios de la convocatoria Carnavales Argentinos son proyectos de Victoria, Chajarí, General Campos, Villa Mantero, Diamante, Concordia, Colón, Colonia Avellaneda, Ingeniero Miguel Sajarof, Hasenkamp, Piedras Blancas y Gualeguaychú. Los fondos asignados ascienden a más de 6 millones de pesos.
Por su parte, en la cuarta convocatoria del programa Festivales Argentinos se seleccionaron 12 proyectos entrerrianos que corresponden a las localidades de Larroque, San José de Feliciano, Concordia, Paraná, Gualeguaychú, Maciá, Concepción del Uruguay y Villa Clara y se desarrollarán durante la primera mitad del 2023. La inversión del Ministerio de Cultura de la Nación por este concepto supera los 17 millones.
También sobre el final del 2022 se anunciaron los ganadores de la primera convocatoria de Culturas Gauchas, con sus dos líneas: en la línea de fomento para eventos y festivales se premiaron cinco iniciativas presentadas por La Paz, Urdinarrain, Villaguay y Diamante; y en la línea de formalización desde Rosario del Tala, Ubajay y Estación Raices se consagraron cuatro proyectos.