Redacción EL DIARIO / [email protected]
En 2022 la UNER retomó sus acciones para la seguridad y evacuación de edificios. Ahora, se prevé la realización de actividades que pondrán en valor las tres unidades funcionales del Departamento Higiene y Seguridad, dependiente de la Secretaría General de UNER. Con ese objetivo, el equipo se reunió para delinear acciones en conjunto, en calidad de gestor del programa UNER Saludable.
El programa, surgido en 2012, tiene por meta avanzar hacia una institución capaz de realizar acciones sostenidas, destinadas a promover la salud integral de la comunidad universitaria, actuando no solo sobre el entorno físico y social sino también sobre el propio proceso educativo y sobre la comunidad donde se inserta.
Las acciones de promoción de la salud que desde entonces viene impulsando la UNER incluyen intervenciones específicas sobre los principales factores de riesgo de la sociedad, como el tabaquismo, la mala alimentación, la falta de actividad física, el uso nocivo de alcohol, entre otros, modificando los determinantes físicos y sociales de éstos en el ámbito institucional. Estas acciones están orientadas hacia el conjunto de la población universitaria atendiendo a las diferencias que puedan existir entre los distintos grupos etáreos que conviven en la universidad, explican desde el programa en cuestión.
Higiene y Seguridad
Carlos Thea, referente del área Higiene y Seguridad señaló que “existe un vínculo muy estrecho entre las tres áreas involucradas, ya que son complementarias. Cada una a través de su expertise colaborará en el cumplimiento del objetivo en común, que es el mantenimiento y la conservación tanto de la salud de las personas como de un medioambiente saludable. No podemos pretender que un trabajador conserve su bienestar a lo largo del tiempo cuando no tenemos los riesgos bajo control, o una vigilancia de su salud, tanto física, psíquica y social, que por supuesto debe acompañarse con un medioambiente saludable en general, y particularmente, en lo laboral. Inclusive desde lo normativo, las tres áreas necesariamente tienen una relación muy importante”.
Para este año, Thea evaluó que la situación sanitaria global de pandemia obligó a postergar o en todo caso, correr del eje por poco más de dos años, las acciones que venían haciendo desde el programa. En su lugar, se atendieron cuestiones extraordinarias. «A partir de 2023 esperamos profundizar aspectos que teníamos previstos, como el trabajo en laboratorios, capacitaciones, manipulación de materiales peligrosos; sin dudas lo iremos encarando con las tres áreas en conjunto”.
Cada unidad académica, según lo informado desde la casa de estudios, cuenta con representación en el comité de Higiene y Seguridad, designado por Resolución del Rector Nro. 389/22, cuyos referentes son: Mg. Alina María FRANCISCONI (Rectorado),Cr. Nicolás Elías ZONIS (Facultad de Bromatología), Lic. Sergio Darío DALIBÓN (Facultad de Trabajo Social), Lic. Javier COULIERI (Facultad de Ciencias de la Administración), Ing. Guillermo Andrés MARKIEWICZ (Facultad de Ciencias de la Alimentación), Lic. María Belén AGUIRRE (Facultad de Ciencias Económicas), Téc. Femando Diego BALDUCCI (Facultad de ingeniería), Lic. Rubén Eduardo AZARIO (Facultad de Ciencias de la Salud), Lic. Ignacio GONZÁLEZ LOWY (Facultad de Ciencias de la Educación), Ing. Leandro Javier ROSENBERGER (Facultad de Ciencias Agropecuarias), Téc. Alejandro Gemán LOFHR STRASSER (Titular – APUNER), Lic. Rubén GONZÁLEZ (Suplente – APUNER) y Cr. Ernesto Oscar BUIAY (Titular – AGDU).
Cuidado de la salud
En tanto la referente en materia de Salud Ocupacional, la doctora Emilia Giménez, especialista en medicina laboral comentó que su área está integrada por médicos que se ocupan de auditar licencias en las sedes Paraná-Oro Verde: Dr. Arístides Abrigo; en Concepción del Uruguay-Concordia-Villaguay: Dr. Sergio Bufarini y en Gualeguaychú: Dr. Martin Dahuc. Este equipo de profesionales recientemente conformado se reunió con el Rector y la Secretaría General con el objetivo de plantear las principales líneas de trabajo.
“Celebramos que por primera vez en la UNER haya una decisión de integrar estas tres áreas. En mi tarea en particular, hay un cambio de denominación, que pasa de Medicina Laboral a Salud Ocupacional. Esto se debe a una visión del cuidado integral de la salud de las personas en su entorno biopsicosocial. Porque quienes integran la Universidad también forman parte del medioambiente, de sus hogares, de sus espacios de trabajo”, manifestó Giménez, al tiempo que especificó que se trabaja coordinadamente con las otras dos áreas en lo que refiere a la promoción y prevención de la salud.
Para 2023, sostuvo, “proyectamos la realización de nuevas capacitaciones, como por ejemplo, en RCP y primeros auxilios. También seguiremos abordando distintos temas para concientizar e informar a la comunidad en el marco de UNER Saludable”.
Medio Ambiente
La Bioingeniera Alexia Rolandelli, maestranda en Gestión Ambiental, se suma este año al frente de Medio ambiente, también con una función transversal “porque está vinculada al espacio donde nos desarrollamos día a día, nuestro pequeño lugar cercano. Hay muchas actividades que se van complementando, por ejemplo desde Higiene y Seguridad se puede trabajar el uso de los elementos de limpieza, cómo descartarlos para ayudar al ambiente. Desde el área de salud ocupacional hay temas como el agua o la movilidad sustentable”, señaló. Asimismo remarcó que “el cuidado del ambiente no solo depende de grandes medidas sino que cada uno puede hacer su aporte, ya sea desde el consumo consciente, o a partir de los materiales que utilizamos a diario”.
Para 2023 los proyectos del área están vinculados a “continuar con el programa de residuos peligrosos, repasarlo, repensarlo. Lo mismo con la agenda ambiental, siempre valorando UNER Saludable. Trabajar con otras instituciones, buscar vínculos y ver qué proyectos se pueden hacer en conjunto”. Como algunos proyectos que están en incipiente desarrollo y que serán debatidos y compartidos con los referentes de UNER SALUDABLE, Rolandelli nos manifiesta: “Me gustaría tener datos sobre la gestión de residuos sólidos, saber cuál es el volumen que se genera en cada una de las unidades académicas, qué destino se les da y llegar a armar algún plan de recuperación de residuos. Medir la huella de carbono de la UNER es un trabajo muy grande, pero que también se puede hacer”.