Martín Vera es un joven emprendedor que forma parte de una amplia familia que se dedica a la fabricación de mates en la ciudad de Paraná. En diálogo con Bien! comentó cuáles so9n los desafíos que se plantean permanentemente a la hora de diseñar y producir cada mate.
SANTIAGO DALZOTTO / [email protected]
Martín trabaja hace más de tres años en uno de los puestos ubicados en el Shopping La Paz de Paraná. Allí ofrece diferentes artesanías con productos regionales, entre las cuales se destacan los mates con diferentes diseños personalizados.
El mate es un símbolo de la capital entrerriana, es uno de los recuerdos más buscados por miles de turistas y paranaenses.
“Desde hace muchos años hacemos cosas en base de cuero y ahí nos destacamos con los mates de calabaza, además de forrar los termos y hacer los portatermos de cuero. Acá viene mucha gente, nos visitan para buscar su mate. La mayoría viene y nos encarga porque quiere algún mate o equipo personalizado”, comentó Martín Vera a Bien!
–¿Es muy difícil el proceso para tener un mate listo para la venta?
–Lleva su tiempo y depende mucho de lo que nos pida la gente. Los que son personalizados con láser son los que más tiempo nos llevan.
“El detalle es muy importante y el pulso a la hora de marcar el diseño. Por ahí no es mucho el tiempo que se puede tardar, pero si la dedicación que se le debe poner”, expresó.
COSTOS
El trabajo de producir un mate es muy importante y a eso se le suma la materia prima que se debe tener, además de la calabaza que se produce en la planta de mate. Todos los otros elementos, como ser el cuero para el forrado, el acero para la virola, entre otros insumos que se pueden utilizar según el detalle que se requiera. A esto se le suma también la maquinaria que se debe utilizar para cada parte del proceso.
“Los mates aumentaron mucho en el último tiempo. El precio de los materiales que llevan subió mucho y eso hace que inmediatamente aumente en el producto final que tenemos para ofrecer. Es un trabajo muy delicado y eso también influye en su costo”, resaltó Vera.
Por otra parte, el emprendedor remarcó la importancia que tiene que se compren productos que son elaborados por artesanos locales. Martin y su familia ofrecen sus productos en el shopping y en diferentes ferias que son organizadas por la Municipalidad en diferentes fechas especiales a lo largo del año.
EL LUGAR
Paraná es una ciudad identificada por el mate, por ser la capital nacional y el centro es un espacio que visitan miles de turistas que llegan a la ciudad y quieren tener el mate paranaense. En ese sentido, Martin remarcó lo que significa producir y vender diversos modelos de mates en este lugar.
“Al estar en la zona céntrica anda mucha gente y pasa a comprar sus mates. El que más se vende es el imperial que es de alpaca, cuero y calabaza. Su precio varía según el diseño, muchas veces no importa demasiado el tamaño, sino el diseño que tenga el mate”.
“El diseño que mas busca la gente que nos visita, es el mate que dice Recuerdo de Paraná”, expresó.
Cómo se fabrican los mates de calabaza
En dialogo con Bien! desde el puesto de artesanías entrerrianas comentaron cual es el proceso para la fabricación de los mates y sus orígenes.
El mate de calabaza es realizado con el fruto de la calabacera Lagenaria siceraria. Las plantas de mate son enredaderas anuales.
La calabaza tradicional está hecha de porongo, una fruta cosechada en enero, cuando ya está madura, y se puede raspar a mano o con un cepillo de acero. Debe secarse de manera uniforme antes del proceso de beneficio.
Si pasa el punto, puede disminuir de tamaño. El porongo está en el patio donde circula el aire para que pueda secarse sin agrietarse o perder el olor característico.
LA CLAVE
Curar el mate según para lo que se vaya a utilizar es muy importante. El mate amargo tiene un secreto y el mate dulce otro.
“Para el mate amargo se recomienda lavar bien el interior del mate con agua caliente. Llenar con yerba húmeda, ya usada previamente, agregarle agua tibia para que la yerba no se seque y dejar reposar. Al día siguiente, quitar la yerba y con una cucharita raspar el interior para quitar el hollejo, las membranas o los fragmentos de madera. Repetir la técnica desde el comienzo durante tres veces sin lavar el mate”.
“Para curar una calabaza de mate dulce, recomendamos lavar por dentro el recipiente con agua caliente, echarle azúcar: dos cucharaditas son suficientes, pero si el mate es más grande, agregar más. Tapar con la mano la entrada del mate y agitarlo para que el azúcar se pegue a las paredes. Dejar secar con el azúcar; esperar unas horas hasta que el azúcar se haya secado, dejando una capa que cubra las paredes del mate. Cuando el mate ya está seco, echar dos brasitas pequeñas de carbón caliente, cubrir la boca del mate con la mano usando un repasador para no quemarse y agitarlo hasta que las brasas se apaguen. Utilizar yerba usada, humedecer la yerba con agua tibia para que hinche y dejarlo así toda una noche”.
OTROS PRODUCTOS
El local que tiene el nombre que identifica a nuestra provincia, ofrece además de mates, tazas, termos, mates de acero, mates de plástico para las personas mayores por la acidez.
Para cerrar Martín comentó que junto a su familia (Yael, Érica, Mario, Luciano, Eric y Juan) comenzó realizando mates y luego se volcó también a la parte comercial con el fin de conocer todo el proceso que lleva ser emprendedor.