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    Las voluntades aunadas para una ayuda mutua

    El movimiento mutualista estuvo presente desde los momentos iniciales de la organización de nuestro país, desde mediados del siglo XIX. Este movimiento mutual y benéfico, se corresponde con los primeros pasos del proceso inmigratorio y colonizador.

    Griselda De Paoli / Especial para EL DIARIO

     

    Las sociedades de socorro mutuo y de beneficencia, por un lado, facilitaron la confraternidad y contribuyeron a potenciar los lazos étnicos y por otro ofrecieron ciertas seguridades asistenciales.

    Carlos Cánepa y Juana Gariboglio, en su libro “Apuntes de Economía Social, Mutualismo y Cooperativismo, señalan que las primeras asociaciones mutuales fundadas en Entre Ríos obedecieron al “impulso garantizado desde la sanción de la Constitución de la Confederación Argentina (1853), apoyando las iniciativas asociativas provenientes desde la sociedad civil para alcanzar a través de estas manifestaciones organizadas el bien común, como las de ayuda mutua y de cultura, dieron como resultado en aquellos años la conformación de diversos tipos de instituciones similares a las de Buenos Aires, como el Club del Orden en Santa Fe (1853), en Paraná el Club Socialista (1853), la primer asociación civil de la capital dedicada al fomento de la sociabilidad, la cultura y también con las mujeres de las familias de los socios desarrolla la beneficencia para socorrer a los menesterosos de la ciudad. Entre ellas aparecen nuestras primeras sociedades de socorros mutuos y nacieron las mutuales que agrupaban a las colectividades de inmigrantes y sus descendientes en la provincia”, en Gualeguaychú y en Concepción del Uruguay.

    En la ciudad de Paraná, fueron fundadas al menos dos con esas características, una de españoles y la otra de franceses: el 1º de mayo del año 1859 fue instituida la Asociación Española de Socorros Mutuos y, algo después, el 1º de enero de 1861, se constituyó por parte de un grupo de franceses afincados en la ciudad la Societé Française Secours Mutuales.

    El movimiento se fue expandiéndose al crecer el aporte inmigratorio que encontró en la acción conjunta y solidaria una forma de contención que ayudó a resolver numerosos problemas en el complejo proceso de adaptación.

    ¿Cuáles eran las situaciones para el socorro mutuo? Las contingencias de la vida: accidentes, enfermedades, invalidez, muerte, desempleo, nacimientos, etc., con un sentido de previsión o de reparación- Estas organizaciones no tenían un objetivo distributivo de fondos, sino la generación de un fondo común indivisible, que se invertía en servicios.

    El laborioso frente de la Sociedad Española, sobre la peatonal San Martín.

    La historiadora Ofelia Sors detalla cuándo nacen en nuestra ciudad:

    -2 de agosto de 1891, Sociedad de Socorros Mutuos “Unión Suiza” (obteniendo su personería jurídica el 4 de mayo de 1892.) Primer presidente: Sr. Roque Franzetti.

    – 26 de noviembre de 1891 “Argentina Smiles”, su primera comisión directiva fue presidida por don Carlos Monti. La construcción de su panteón social quedó concluida en 1901; inaugurándose el local social en 1908 en la calle Urquiza Nº 610, durante la presidencia del Prof. Demetrio Méndez.

    – 1894 se crea la “Cosmopolita”.

    – 15 de setiembre de 1896 “Círculo de Obreros”. Los trabajos referentes a su sede social y Escuela de Artes y Oficios, se iniciaron el 24 de setiembre de 1899.

    – Le siguen la “Argentina”; la “Helvética”; la “Alemana”; la “Austro Húngara” y la “Postal Telegráfica”, “Ferroviaria”, “Conductores de Tranvías Eléctricos”; ya como cooperativas: “La Clerical” ( 1920), “1°de Mayo” (1921) y como asociaciones o uniones: el “Centro Juventud Sionista”, la “Asociación Adventista”, la “Unión Germánica”, entre otras.

     

    Nombres propios

    Hagamos foco en la Sociedad Española de Socorros Mutuos y Beneficencia, nacida como Asociación Española de Socorros Mutuos, que tuvo como fundador y primer presidente al presbítero José Ma. Velasco a quien sucedieron durante los primeros diez años de funcionamiento: Felipe D. Baucis, Domingo Balujera, José Aranzadi, José María Velasco, Antonio Zabala, nuevamente José Aranzadi, Felipe Baucis, Antonio Zabala, Luis Goenaga, Leonardo G. de la Llosa y José Rocamora.

    Según muestra el acta N°1, de esta Asociación, en la ciudad de Paraná, el 24 de abril de 1859, el Dr. José María Velasco, Comendador de la Real orden de Carlos 3°, Domingo Balujera, Antonio Zabala, F. Baucis, Lucas Ayarragaray, José Aranzadi, León Mujica, S., firmaron el testimonio  por el cual, en la capital provisoria de la Confederación Argentina, en Asamblea General, los españoles, inscriptos al margen del documento, residentes en la ciudad, expresaron su decisión de crear, la Asociación Española de Socorros Mutuos, a fin de generar un fondo común destinado a socorrer a los Españoles que se asociaran, en los casos de enfermedad y sus consecuencias. La Junta Organizadora quedó presidida por el Presbítero, Dr. José María Velazco y desde allí inicia su trayectoria, proyectada hasta nuestros días.

    La sociedad inauguró el 1° de febrero de 1895 su magnífica sede social en calle San Martín, entre 25 de Junio y Cervantes. No se puede obviar que los planos y el proyecto de este edificio de nuestra ciudad, fueron producidos por don Santos Domínguez, convirtiéndose en un edificio de tal modo icónico que aún hoy, sin ser ya la sede institucional, ni la galería que muchos conocimos, seguimos referenciándolo como “de la española”.

    Más allá del rescate de la valiosa memoria institucional en pos de sus objetivos originales, la Revista del Centenario 1859-1959, publicada por la Sociedad Española de Socorros Mutuos y Beneficencia, registró su contribución al progreso de nuestra ciudad.

    “ A través de su larga existencia, y en cada época, la Sociedad Española de Paraná se ha venido preocupando, no solamente por la defensa de sus asociados mediante la asistencia social bien organizada, sino que también, por el progreso de Paraná, mediante la ejecución de obras que han significado un motivo de orgullo para quienes han estado al frente de la misma…Una demostración inequívoca de esa preocupación la constituye el hecho de que la sociedad  haya  construido algunos edificios y principalmente uno de hermosa contextura.

    “En efecto, en pleno centro de la Ciudad, la Sociedad tiene un magnífico edificio de dos plantas, con todas las comodidades, donde funcionan la farmacia social, la secretaría general de la entidad y el club Español. Este edificio es una obra valiosa y está a tono con los adelantos de Paraná ya que son pocos los edificios cercanos a la plaza principal que ostenta la belleza del nuestro”.

    La publicación hace también referencia al aporte de la institución para la ampliación de una importante barriada. “En el barrio de Villa Sarmiento, al este del boulevard Alsina (hoy Ramírez) entre Avenida Churruarín y la calle Arte y Florida y 3 de Febrero, la Sociedad Española contaba con una magnífica extensión de terrenos estériles porque no producían renta alguna ni asignación beneficiosa para la sociedad”, señala antes de indicar que “en un momento oportuno, la Sociedad dispuso lotear una parte de sus terrenos, abriendo las calles pertinentes y el mismo se llevó a cabo con todo éxito, al igual que un segundo loteo”.

    También refiere que “el remate de esos lotes ha traído aparejado el adelanto edilicio de la gran barriada de Villa Sarmiento. Para los adquirentes de los lotes, no ha sido obstáculo el hecho de que no estén asfaltadas las calles. Quien haya conocido lo que era esa parte de Villa Sarmiento hace unos años, se sentirá admirado del progreso actual se ha logrado hacer posible la extensión de la ciudad para el Este que se ha visto coronada con el buen gusto de los moradores de la zona”.

     

    “En cada época, la Sociedad Española de Paraná se ha venido preocupando por la defensa de sus asociados y por el progreso de Paraná”.

     

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