Paraná tiene varios predios arbolados y parquizados que son verdaderos pulmones verdes en medio de la ciudad de Paraná. El Gazzano es uno de ellos, accesible y con un sinnúmero de atractivos para salir de paseo y aprovechar.
Redacción BIEN!
Una laguna en el medio de esta reserva natural, con sus patos, gansos, tortugas, biguás, constituye el corazón del Parque José Gazzano, una reserva natural de acceso público, en plena ciudad.
Es un paseo disfrutable en cualquier época del año. Pero en tiempo de verano y en determinadas horas del día, se convierte en un pasatiempo y un lugar de esparcimiento único.
Si les da curiosidad ir a conocerlo, sugerimos tener la previsión de llevar una bolsita con restos de frutas, hojas verdes, granos de arroz. Arrimarse hasta la orilla de la laguna y llamar a los gansos -que son las aves que más abundan en el lugar-, con un simple gesto, para alimentarlos, es una actividad que suele atraer a chicos y grandes. Según recomiendan los especialistas, no hay que ofrecerles ni tirarles miguitas de pan viejo, al agua, porque los enferma. Es que el pan no contiene los nutrientes que las aves requieren para su desarrollo y por otra parte, se favorece la contaminación del agua, provocando la muerte del cardumen que habita esas aguas y generando malos olores.
Hay que decir, que si la colonia de gansos está lejos, se produce un espectáculo digno de foto o filmación. Andar con el celular en mano, sería otra sugerencia. Estas aves están muy atentas a pescar el menor gesto y al sonar de sus graznidos, vienen todos en prolija fila surcando el agua.
A las blancas ocas se les sabe sumar algún pato atrevido con un poco de hambre. A la tardecita, puede ser una buena hora para hacer esta excursión.
Deportivos
Por estos días y en ese horario en que el sol va menguando, aunque también por las mañanas, es bueno para hacer deportes en la zona del gimnasio al aire libre o caminar o trotar bordeando la misma laguna.
En otro sector, están las piletas municipales y las colonias de vacaciones, para refrescarse y recrearse. En tanto los más chicos y jóvenes, si andan con sus bicicletas, pueden animarse a probar algunas piruetas en el circuito que está detrás de la laguna.
Por la tarde, está habilitado un servicio de alquiler de botes a pedal que, por unos pocos pesos, permite un paseo acuático diferente, aproximarse hasta la pequeña isla y poder divisar otras tantas especies que allí se hospedan como garzas, biguá o cormoranes, sapos o ranas. En general, a los espigados cormoranes negros se los distingue, posados en las ramas más altas, mientras las blancas y frágiles garzas se deslizan sobre la superficie acuática como si fuera su pista de patinaje o aletean entre la isla y la orilla.
Dominguero
En los fines de semana se dan cita los vendedores ambulantes de tortas fritas y golosinas que facilitan las provisiones justas para pasar una tarde a mates y a la sombra, ya sea sentados en los bancos o tirados en el césped.
Una postal de los domingos en el Gazzano, son los picaditos de fútbol que se arman y desarman con la primera pelota que se presta a compartir para jugar un rato. En esos partidos reinan unas pocas leyes básicas, pero en general se aprecia que hay espacio para todos y todas. Son partidos mixtos en un amplio sentido: se ve cabecear o tirarse para atajar un probable gol, tanto a mujeres como varones; tanto a niños, jóvenes como a adultos.
Historia
El parque, construido encima de los terrenos donados a la ciudad por don José Gazzano, sobre avenida Zanni, está hoy bien conservado y en distintas ocasiones se organizan diversas actividades como ferias de emprendedores del barrio, obras de teatro, espectáculos musicales.
En las primeras décadas del siglo XX, Gazzano compró estas tierras y hacia 1981 se firmó la escritura que pasó el dominio a favor de la Municipalidad de Paraná, con el fin de destinar el terreno para paseo público. Hacia el 3 de febrero de 1983 fue la inauguración del parque con el nombre de su fundador, denominación que aún conserva.
Así los centenarios árboles que cobijan cotorras, horneros, palomas, zorzales, calandrias, son preciados y buscados por su sombra amplia.
Quien de chico conoce este lugar, seguro no lo olvida, ya sea por el contacto cercano con los graciosos gansos o la libertad que se respira en este verde paisaje.
Son ocho hectáreas que tiene el predio, para disfrutar solos o acompañados.
Finalmente, es importante resaltar que se accede de manera gratuita, una pregunta que sobre todo los visitantes, suelen consultar en las redes sociales, pues les sorprenden tantas bondades juntas en un mismo sitio.
Más espacios y mejoras
Recientemente desde el Municipio informaron de un plan de obras para tornar más accesible el predio. De acuerdo a lo detallado, comenzaron las modificaciones para construir nuevos accesos peatonales, senderos y espacios de permanencia donde se ubicará más mobiliario urbano del que hay en la actualidad. Asimismo, se ejecutarán escaleras y rampas.
Al circuito aeróbico existente se sumarán otros con luminarias led y equipamiento urbano, más estaciones deportivas con aparatos para hacer gimnasia.
La colocación de bancos con y sin respaldos, cestos papeleros, bebederos, bicicleteros y más vegetación, está dentro de los planes más inmediatos.