Obras estructurales de real importancia prometen refundar lo que fuera el Centro Cultural Juan L. Ortiz, un espacio querido, hecho a pulmón, atrapado en una metáfora arquitectónica de encierro.
Conviene tener en cuenta que, por los trabajos dispuestos para resolver problemas de acceso al predio, el tránsito estará cortado por Racedo, en el sector de adoquines.