La nueva edición de la Real Academia Española incluye palabras del ámbito digital, la ciencia y la tecnología, modernizando el vocabulario oficial. Qué otros términos se suman

Nuevas palabras y acepciones para la lengua española. (RAE)
Loguearse (acceder a internet mediante una identificación), milenial (generación nacida entre 1981 y 1996) o turismofobia (rechazo al turismo masivo) son algunos de los términos que se acaban de incorporar al Diccionario de la Lengua Española (DLE), cuya última actualización se presentó este lunes en la sede de la Real Academia Española (RAE).
Esta actualización, con “menos pretensiones” que otros años, es un avance de la publicación del nuevo diccionario, la edición 24, “mucho más renovada y amplia”, en la que está trabajando la RAE, avanzó su director y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), Santiago Muñoz Machado.
La edición 24 se presentará, previsiblemente, en noviembre de 2026, señaló Muñoz Machado.
Algunas novedades del próximo diccionario
Hacer un simpa (España) o un pagadiós (Argentina), para irse sin pagar lo consumido en un establecimiento; marcianada, en un sentido coloquial como extravagante, raro o disparatado; comecocos, en alusión al videojuego, o biblia como el documento que contiene la línea argumental y personajes de una serie, son otras de las novedades.
También del lenguaje coloquial se reconoce una acepción nueva de brutal, con el significado de magnífico o maravilloso; chapar, en el sentido de cerrar un establecimiento, farlopa como cocaína o el acortamiento eco para denominar una ecografía.
La expresión juguete roto se agrega con el significado de persona que, tras haber alcanzado la fama, pierde su popularidad y queda social o profesionalmente relegado. Y buitre, como persona que persigue a otra para mantener una relación sexual pasajera.
Muchas de las incorporaciones proceden del ámbito de internet y las redes sociales, como login y loguearse, para acceder mediante una identificación y contraseña a una web o sistema informático. Algunas de ellas lo hacen como extranjerismos crudos, es decir, que deben escribirse en cursiva, según la RAE: ‘gif’, ‘hashtag’, ‘mailing’ y ‘streaming’.
El campo de la ciencia y la tecnología sigue siendo uno de los que más revisiones ha implicado, con términos como gravitón, del ámbito de la física, termoquímica (química), cuperosis, narcoléptico y ovulatorio (ámbito médico) y engelamiento (meteorología).
Autoconsumo, en relación con el consumo propio de energía, en especial la renovable o exoesqueleto también son nuevas incorporaciones.
Chamaco y chamaca se incluyen con el sentido de hijo o joven en Cuba y México y cartuchera, como estuche de lápices en gran parte de Hispanoamérica.
Qué se tiene en cuenta
En total son 330 las novedades avanzadas, “una muestra” del trabajo que se presentará el año que viene.
Muñoz Machado recordó que el procedimiento para incorporar o revisar un término es lento y exhaustivo, “no es capricho de los académicos”, sino que las propuestas se chequean en cuanto a su uso real y se estudian en comisión, tanto en España como en América.
Sobre los extranjerismos, afirmó que son “algo común en nuestra lengua desde que nació” y recordó que algunos intentos de la Academia por españolizar términos, como el caso de ‘güisqui’, fueron “un fracaso total”.