El arquero aseguró que está dialogando con la dirigencia del Rojinegro para renovar su vínculo y continuar siendo el dueño del arco Santo el año próximos “Si se puede llegar a un arreglo estaría muy bien, muy contento y sería algo lindo para mí”, aseguró el guardametas.
Patronato está en un receso atípico, largo y lleno de interrogantes. El plantel profesional trabaja bajo las órdenes de Gabriel Graciani y su cuerpo técnico, pero de los profesionales que llegaron como refuerzos, serán pocos los que se quedarán.
Julio Salvá es un futbolista que la dirigencia Rojinegra quiere retener y que a los hinchas ilusiona su continuidad.
El arquero contó ayer sus expectativas y se mostró con ganas de seguir en el club. En dialogo con este medio sostuvo: “Volvimos a entrenar, después de unos días que tuvimos de vacaciones cuando terminó la participación del equipo en el torneo. Vamos a entrenar todo el mes de noviembre y después siguiendo con las negociaciones, tratando de llegar a un acuerdo con los dirigentes para continuar un año más en el club”.
Las ganas de quedarme están
A la hora de marcar su entusiasmo por seguir siendo el arquero de Patrón, Julio dijo: “Las ganas están. Como lo dije siempre y lo vuelvo a repetir, me han tratado bien desde todos los sectores que componen el club. Tanto los hinchas, como dirigentes y allegados al club. Desde ese lado uno está contento y la familia está bien”, para luego agregar: “Si se puede llegar a un arreglo estaría muy bien, muy contento y sería algo lindo para mí”.
BALANCE. Cuando se le consultó cual es el saldo que dejó el 2023 y lo realizado por el plantel de Patronato, el arquero contó: “El balance no termina siendo bueno del todo, por no haber podido pelear el objetivo primordial, que era el torneo local desde un principio. Cuando llegamos al club estaba claro que el mensaje era pelear el Torneo Nacional y nunca estuvimos en competición, nos costó, esa fue la realidad”, luego agregó: “Distinto fue el plano internacional que por ahí no era lo primordial, pero que había que hacer un buen papel, estar a la altura, no pasar vergüenza y hemos hecho partidos muy buenos, clasificamos a una Copa Sudamericana, le hicimos partido al equipo puntero del torneo más importante de Brasil”.
“Termina siendo un año que no sé cómo analizar, porque cuando se clasificó a la Sudamericana estábamos todos muy felices y se pensaba que el envión anímico nos iba a llenar el tanque para el Torneo Nacional y no se nos dio. Es un torneo que no es fácil, donde los equipos te complican siempre, no te podes confiar nunca y fue los que no pasó”, destacó el experimentado portero del Santo.
Pensado en lo que viene, Salvá expresó: “Ahora es cuestión de recargar pilas y donde toque el año que viene, hacer las cosas bien”.
A la hora de hablar de su rendimiento personal y como se sintió siendo el arquero del equipo entrerriano, no dudó en decir: “En lo personal me sentí bien. Fui de menor a mayor en el rendimiento. Siempre trate de dar el máximo y trate de hacer lo mejor en el campo de juego y diariamente. Contento y satisfecho de haberlo dado todo”.
“El club venía de ganar un torneo importante y las expectativas eran las mejores. Sabíamos de la responsabilidad, de que la gente iba a exigir, porque se venía a un club que más allá del descenso había salido campeón. Es un club lindo, donde siempre se está creciendo y espero que siga de esa forma. Espero que si me toca adentro mejor y sino, desearle lo mejor para todo lo que venga”, remarcó el futbolista sobre lo que encontró en Patronato al llegar.
ENFRIANDO EL JUEGO. Durante todo el año, Salvá tuvo que ser atendido por el cuerpo médico del club, en diferentes situaciones. A la hora de confesar sobre estas lesiones, Salvá no dudó en confesar: “Fue de todo un poco. A veces uno trata de manejar los tiempos de esa forma, uno tiene esa herramienta y la utiliza a veces para calmar un poco algún estado anímico del rival y uno trata de hacer tiempo, calmar el ambiento. Después tuve un desgarro en la entrada en calor con Botafogo, que me hizo perder la fase esa por Sudamericana y algunos partidos del torneo local. Después a lo largo del año, la acumulación del partido, la carga mental, por ahí te hacen arrastrar algunas molestias”.
“Linda la ciudad. No conocía Paraná y la verdad que es una ciudad muy linda para vivir. Yo acostumbrado a Capital Federal y Buenos Aires, esto es totalmente distinto, para vivir con la familia. Tiene sus cosas para pasear, salir y andar. La verdad que muy linda Paraná”, finalizó diciendo el arquero que pretende quedarse el año que viene en el club, a la hora de describir con que se encontró al llegar a la capital entrerriana.
