Amílcar Damonte es médico y un apasionado del arte. En su juventud comenzó a adquirir obras de artistas entrerrianos. Con los años la colección se acrecentó y la compartió en muestras de la ciudad. Actualmente, está al frente de un almacén de arte, ERarte, donde se destacan los maestros entrerrianos de la pintura. “El artista trabaja en soledad y acercar esa obra a la gente, al pueblo, es nuestra misión”, dijo a BIEN!
Amílcar Damonte es de Paraná, es un médico ginecólogo reconocido de la ciudad, que convive entre la medicina y el arte. Creció en un hogar con un padre bandoneonista, que tenía amigos de las artes plásticas, como Hipólito Vieytes y Mario Gargatagli, donde la literatura, el tango y la música clásica estaban muy presentes. “De ahí viene mi gusto por la música clásica y por las pinturas”, expresó en diálogo con BIEN! en la galería del Flamingo, donde desde hace tres años tiene tres locales para un almacén de arte, ERarte. Para esto conformó un grupo humano que se encarga de socializar, comercializar, de acercar la obra del artista a los hogares paranaenses.
—¿Cuándo comienza su vínculo con el arte?
—La historia viene vinculada con mi padre, quien siempre tuvo una cabeza básicamente, artística. Tocaba el bandoneón, se casó con mi mamá, nací yo y había que llenar la olla. Su padre tenía una carnicería en el mercado central, así que comenzó a trabajar, se dedicó al comercio, y a la vez tocaba el bandoneón. Pero siempre tuvo muchas inquietudes, leía siempre El Diario, compraba libros, lo visitaban algunos de sus amigos que estaban en las artes plásticas, Hipólito Vieytes, Mario Gargatagli. Mi casa funcionaba en torno al arte, la música clásica, el tango. Cuando me recibo de médico y vuelvo, tuve una muy importante colección de música clásica y hoy, tengo más de cinco mil discos. Empecé a trabajar como médico, a tener mis pesitos y de a poco fui adquiriendo obras de artistas entrerrianos.
—Y la colección de pinturas fue creciendo, ¿qué pasó?
—Se fue acrecentando con tantos años, comprando para lucir, para coleccionar, casi me transformé en un acumulador. No tenía en esa época, la idea de una colección. Le compraba a Carlos Morelli, quien te visitaba con su carpeta y tenía un plan de cuotas que era imposible no comprar, y también directamente a los artistas. Obviamente, también adquiría obras de grandes maestros de la pintura argentina. Se fue haciendo una colección que tuve que alquilar un lugar para poder poner las obras. Hicimos exposiciones en el Círculo Médico, una galería en el 2008 en calle Cervantes, La fábrica, y seguíamos buscando.
—¿Cómo surge el almacén de arte?
—A las chicas (por sus hijas) ya les gustaba todo esto, Lucía estudió arte y Virginia está estudiando diseño gráfico, y se fueron involucrando. Vino la pandemia, y nos ofrecieron la posibilidad de entrar acá, a la galería del Flamingo, ellas se sumaron y empezamos a comercializar, a hacer una galería de arte, un almacén de arte. La colección debe tener dos mil obras nuestras, por lo menos. Hacemos muestras, subastas de arte. Además se involucró mi esposa, Verónica Flores; Avelina Raimundo y la mamá de las nenas, Patricia Batistutti. Conformamos un grupo humano en torno al arte para comercializarlo, y también para hacer adquisiciones.
—¿Qué artistas se pueden encontrar en el almacén ERarte?
—La colección de la galería está tomando un cariz casi exclusivo, de grandes maestros de la pintura entrerriana, como Martínez Howard, Roberto “Cachete” González, Mildred Burton, Aizemberg y Quirós. Están los que llamamos entrerrianos de culto, como Gloria Montoya, Augusto Nux, Gerardo `Tati ́ Zapata, Carlos Asiaín, Felipe Aldama e Hipólito Vieytes; Panorama de la pintura entrerriana actual con Raúl González, Guillermo Hennekens, Claudio Osán, José Jiménez, Ana Garello, Mario Milocco. Además del distrito joven, con nuevos valores que se incorporan como Federico Maín, Gabriel Terenzio, Agueda Guarneri, Javier Solari.
En este espacio somos los custodios del arte porque como en ningún otro lugar, se pueden encontrar los grandes maestros. Este es un aspecto distintivo que estamos tratando de seguir.
—¿Cómo se comercializan las obras?
—Haciendo homenajes y subastas, esas son las dos maneras y se sube todo a la página y a las redes sociales. Ahora vamos a subir unas caricaturas de Hugo Seri, gran caricaturista nuestro. En Paraná, no había un espacio que comercialice la obra, salvo alguna compraventa o algún particular que se quería desprender de una obra. Nosotros encontramos ese lugar, sin dejar de apoyar la obra del panorama actual.
—¿Las obras del almacén se compran o se toman en consignación?
—Algunas veces se hacen adquisiciones, y otras, como tenemos unos gastos muy importantes al estar acá, hemos frenado un poco la compra y nos dejan en consignación. Vamos moviendo de lugar la obra, la vamos mostrando. Nos contactamos con las familias, les pedimos que nos traigan obras. Queremos que el artista venga, y que viva del arte, que pueda cambiar el auto, tener una casa, salir de vacaciones, y en Paraná es muy difícil vivir del arte.
—¿Se compran obras en Paraná?
—A veces me preguntan tanto, el precio de una obra, están tan interesados y no la terminan comprando. Nuestra función es tratar de achicar la distancia entre el artista y el posible comprador. No queremos convencer a nadie, lo que queremos es incentivar y que la gente conozca. Que se animen a invertir, a hacerse un regalo, que la gente pueda acceder. Lamentablemente, ahora con la inflación se hace más difícil, pero siempre encontramos la manera de que se te gusta algo, lo arreglamos con la famosa cuotita. Cuando empezás a adquirir obras, no parás más y te molesta todo lo que es reproducción, te gusta el original. Muchas veces, reproducciones que se encuentran en casas de decoración terminan siendo más caras que una obra original de un artista entrerriano. Sin quitarle valor a la reproducción que puede ser hermosa, pero no hay como un original de un artista nuestro.
Nosotros incentivamos la compra directa, a través de subastas, de WhatsApp, alguien nos escribe, le mandamos fotos e información. También a través de las redes sociales, Facebook e Instagram.
Arte al alcance de todos
“El artista trabaja en soledad. Nosotros lo que hacemos es acercar esa obra a la gente, al pueblo, esa es nuestra misión. Ser un puente entre el artista y el público”, consideró Damonte.
Luego continuó: “El arte, en general, se considera que es algo de lujo. Y nosotros acá tenemos de todo, y tratamos de que la gente acceda, independientemente de su nivel socioeconómico”.
Sobre lo que lleva a adquirir obras, dijo: “Yo sostengo que el arte es una pasión, tenemos amigos y clientes que son apasionados del arte, que compran en cuotas, que si les gusta se lo llevan y ya saben dónde lo van a poner”. a nivel que me lo van a poner, le gustó y se lo llevan”.
—¿Hay adquisiciones a modo de inversión?
—Yo creo que el arte se compra porque te gusta. Es lo primero que vos pensás cuando comprás arte. Pero a su vez, cuando ya estás pagando un precio importante, te gusta saber de ese artista. A veces presentamos el artista a la persona que compra la obra. Al adquirir ya se está haciendo una inversión, hacés un gasto y no querés que se devalúe. Nosotros tratamos de vender barato, trabajos de los artistas emergentes, artistas jóvenes. Después, en todo caso si le demanda es suficiente, podemos elevar los precios.
Preferencias
—¿Hay artistas de moda?
—No sé si hay artistas de moda, porque tiene que ver con el gusto. Sí, me han pedido algunos por la técnica, o nos piden de alguien porque fue su profesor. Estamos notando que a la gente joven, por ejemplo, le gusta mucho la abstracción y el color. También vemos que los desnudos y los retratos no se venden, aunque nosotros tenemos un cliente que nos compra cada tanto, que colecciona retratos de mujeres. Otros coleccionan algún artista en especial, paisajes, el río, el campo. El gurisito costero, el pescador, la isla, tiene una impronta en la ciudad, las barrancas, sus subidas y bajadas, sus plazas, eso siempre tiene un comprador.
Tuvimos que ir ampliándonos a la vitrofusión, a la cerámica, a buscar pequeños objetos para la parte de regalería, que terminan siendo un llamador para las pinturas.
Paraná y el arte
En la capital provincial se han multiplicado las galerías de arte. “Por suerte, ahora hay un reverdecer, se hizo un relevamiento, y había unos ocho espacios, en general, involucrados en proyectos actuales. Hoy tenés un abanico de lugares para exponer arte y para incentivar a todos aquellos que están surgiendo, que están empezando a pintar. Hay un movimiento de arte en la ciudad, que podríamos llamar ‘Paraná, ciudad de arte’, pongámosle valor al talento nuestro. Está todo bien con ‘Paraná, ciudad paisaje’, pero pongámosle el factor humano, nuestra impronta, nuestros talentos”.
La noche de las galerías
El año pasado se realizó en Paraná, la Noche de las Galerías, que coincidió con la Noche de los Museos. En esta oportunidad, ERarte trajo como invitado a Milo Lockett, quien pintó en vivo, junto a los entrerrianos Jorgelina Parkinson, Guillermo Hennekens y Raúl González.
Este año, del 6 al 8 de octubre se realizará en la Sala Mayo, la Feria de Arte.
“Se está viendo una movida de arte en Paraná muy importante. Se está moviendo y se está llevando arte a otro tipo de espacios, porque por ahí hay gente que no está acostumbrada a ir a los museos, a las galerías”, consideró Amílcar.
Subastas
En noviembre se va a realizar la tercera subasta del almacén de arte. La de ERarte fue la primera desde el interior del país que se hizo de manera presencial y virtual.
“La subasta de alguna manera te da el termómetro del artista, para saber qué está pasando, se vende, no se vende, y cuándo se vende. El artista es quien comercia primero y le pone un precio a su obra, y le aconsejamos que no sea tan elevado”, dijo Damonte.
Exposiciones
El almacén de arte ERarte organiza las exposiciones en el subsuelo de la Galería del Flamingo, en las vidrieras del Concejo Deliberante.
