El festival Corriendo la coneja es una referencia de espíritu emprendedor y constancia.
Con los años, se ha compartido en una cita impostergable para puñados de niños y niñas de distintas edades, que disfrutan de las propuestas teatrales. Este año se sumaron las obras de teatro en miniatura. Para alegría de organizadores, asistentes, actores, actrices, técnicos y colaboradores, el clima pareció asociarse a la convocatoria y el sol tibio del otoño se multiplicó en risas e imaginaciones, de esas que aventuran que, pese a toda evidencia, hay un futuro posible, más humano.