Cada vez más personas eligen apostar a los productos naturales y sostenibles para el cuidado del cuerpo y la higiene. NOSOTROS profundizó en la filosofía de pensamiento que se encuentra detrás de esta nueva tendencia en una entrevista con Carolina Kranewitter, fundadora del emprendimiento entrerriano Juni Perá.
Textos: Guillermina Ferraris
Carolina Kranewitter es bioquímica. Trabajó formalmente en un hospital público y a la vez emprendió en la elaboración de productos para el cuidado y la higiene del cuerpo y cabello. Actualmente vive en Valle María, el pueblo donde nació y se crió. Ama el contacto con la naturaleza y “la vida lo más cercana posible a la tierra”.
Sus productos se destacan entre las marcas que venden “cosmética natural” porque intenta utilizar, siempre que se pueda, materia prima orgánica o agroecológica. En esta entrevista nos explica la diferencia entre cosmética sostenible y cosmética natural.
–¿Cómo nace Juni Perá?
–Empezó como una serie de cambios personales: quería vivir de forma cada vez más sostenible y respetuosa con el planeta, así que cambié muchos hábitos personales de comida y producción de alimentos (huerta en casa), comencé a comprar productos agroecológicos, apoyar la producción local, hacer mis propios productos para limpieza y desinfección del hogar.
En mi carrera aprendí desde física y química, hasta microbiología y cuerpo humano. Gracias a mis conocimientos profesionales bioquímicos, me resultó fácil investigar, aprender, comprobar y obtener resultados.
También me puse a estudiar el área del cuidado e higiene del cuerpo y la piel, comencé a analizarlo y buscar alternativas más ecológicas. Probé, en mi primero y después con mis conocidos, familiares y amigos que desde el momento cero me apoyaron y acompañan, y ví que los resultados eran fantásticos, las fórmulas eran sencillas, y de verdad se veía que la piel y el pelo estaban mejor.
Me dije ¿Por qué no ofrecer esto a la gente? que la gente pueda volver a mirar a la naturaleza como proveedora de las soluciones, que recupere la confianza en lo simple y de esa forma vuelva a darle el valor que corresponda y a cuidarla. Nosotros somos naturaleza, no estamos separados.
–¿Qué filosofía o pensamiento se encuentra detrás del proyecto? ¿Es lo mismo un producto cosmético natural, biológico o ecológico?
–La filosofía Juni Perá va más allá de ofrecer productos con ingredientes naturales, busco que las materias primas sean además orgánicas o agroecológicas, porque también importa cómo se trata la tierra para cultivar esas materias primas.
Si se desmontan hectáreas de monte nativo y se usan muchos productos contaminantes del agua y los suelos para cultivar aceite de almendras por ejemplo, no estaría siendo sostenible, aunque sí sea natural.
Y esa es la diferencia entre una cosmética natural y lo que yo busco hacer: cosmética sostenible. Otro ejemplo: la vitamina C es muy beneficiosa para la piel: elimina manchas, previene y atenúa arrugas, da tonicidad al rostro, ayuda a atenuar estrías recientes, en cicatrices, inflamación y granitos y todo está demostrado por estudios científicos.
Naturalmente no podemos producir Vitamina C en cantidades suficientes para incorporarlo a productos y que nos den estos resultados. En este caso elaboro un flash que tiene vitamina C de origen sintético, pero de esta manera yo sé que con un producto estoy abarcando varias necesidades y sé que va a dar resultado. Ustedes quizás se preguntan: ¿dónde está lo sostenible?
En que las personas usan sólo un producto, cuando quizás les estarían vendiendo cientos de cremas, una para cada necesidad y gastando mucho dinero y recursos.
Con este producto intento evitar la compra innecesaria, porque entre menos compramos, menos consumimos, menos bienes naturales utilizamos. Cuando hablo de bienes me refiero a obtención de la materia prima, energía, transporte, envase, desechos y demás. Ningún producto está libre de contaminación, lo que debemos buscar es que el impacto sea lo más bajo posible.
–¿Cómo definirías el proyecto? ¿Qué es lo que buscás de fondo?
–Lo que busco con Juní Perá es sencillo y a la vez delicado: conocer y acompañar los procesos naturales de nuestra piel, a la vez de potenciarlos y estimularlos.
Nuestro cuerpo es perfecto y tiene sus propios sistemas de regulación, al igual que la piel, aunque no lo vemos hay cientos de procesos, moléculas y estructuras formando ese gran órgano.
Nuestra tarea es sencilla: higienizar nuestra piel de forma “suave”, de tal manera de alterar lo menos posible esos procesos y utilizar productos cosméticos según nuestras necesidades y objetivos, que de verdad tengan ingredientes y principios activos que cumplan funciones sobre ella, de tal manera que la cuiden y mejoren.
Los ingredientes que más uso por sus propiedades y versatilidad son Aceites de Jojoba, Almendras, Ricino, Argán, Girasol. Extractos vegetales de Té Verde, Aloe, Caléndula. Hierbas y polvos secos de Avena, Romero, Ortiga, Lavanda, Manzanilla. Aceites esenciales de Lavanda, Geranio, May Chang, Sándalo, Menta.
Siempre que consigo pido y elijo orgánicos o agroecológicos, si puedo conocer a los productores ¡mejor! A veces estoy limitada, pero ojalá en Argentina tengamos cada vez más opciones de este tipo.